Planos bellos, interesante manejo de la cámara, (se ve que Bong Joon-ho, es un cineasta de gran talento) música acorde a cada escena. Pero todo lo anterior, no excusa a "Parásito" de ser una película sin vida, que al pasar los minutos, hasta la primera hora, donde todo va cuesta abajo, se va sintiendo sosa, que sin ninguna razón, se va complicando en escenas que no atraen, y al final, la película se siente como el drama triste, como los que abundan en el cine y en la televisión.
Lo que mas aumenta el valor de la película, son las actuaciones.
Bueno, por que se ha dicho de esta películas, honestamente, esperaba más.

La grandeza del ultimo film de Scorsese, se siente con el ritmo de un cineasta joven y la historia destaca con la madurez de un cineasta ya consagrado. El señor Scorsese dota a cada escena de una belleza inconmensurable, que logra atraparte, sumergirte y puedes sentir que eres parte de la historia. Claro esta, lo lograda con la ayuda de su ya director de fotografía fetiche: Rodrigo Prieto.

Leo, increible como Ernest Burkhart un ex veterano de la primera guerra mundial, poco inteligente, ingenuo y manipulable. Su interpretación esta entre las más grandes de su carrera, osea, como solo DiCaprio nos tiene acostumbrados. De Niro es quizás el personaje más complejo con el que me he topado, un hombre con una dualidad bien definida: el de un hombre amable, generoso y encantador por un lado, y por el otro, el de un asesino inhumano, maquiavélico y codicioso. Gladstone un afortunado descubrimiento y un personaje que desarrolla dentro de los gestos y miradas; Molly Burkhart lleva sobre su espalda la pesada carga del sufrimiento por la muerte de su familia y la de su enfermedad.

Pero tal vez fue el guión (colaboración entre Scorsese y Roth) lo que más me llamó la atención, por supuesto, de manera muy positiva, sus diálogos cómicos (en algunas partes de la película), ingeniosos, llenos de humor negro. En mi opinión, Jamás había escuchado en una película de Scorsese unos diálogos tan complejos... Bueno, tal vez en Los Infiltrados, pero Scorsese y Roth llevan su guión a un nivel muy alto.
La música por parte del ya fallecido Robbie Robertson acompaña perfectamente a la historia.

Los Asesinos de la Luna, si buen puede ser una película triste y llena de desasosiego, estoy seguro que no dejara indiferente a nadie, por la forma honesta y respetuosa con la que fue dirigida, en esta vergonzosa y trágica historia de los asesinatos de la tribu Osage, que quizás, los Estados Unidos no quiso que se sacara a la luz, pero esta es una historia que para mi debió contarse para que conociéramos la maldad que habita en algunos individuos y, sobretodo, dentro las personas más poderosas.

Madrugué a las 7 de la mañana (hora de Colombia) a verme la película. Tengo que reconocer que la intriga me estaba matando y no podía esperar más tiempo para verla; a pesar que en toda la noche no dormí bien, las 3 horas y 29 minutos no me parecieron aburridas. Solo Scorsese es capaz de hacer una película larga y parecer mas corta. ¿Como lo logra? Pues solo con una dirección impecable, un montaje ágil, un guion divertido, con diálogos directos y divertidos, escenas tan propias de Scorsese cuidadas hasta el más minimo detalle y un estilo, como en su mejor época; y una fotografía bellisima propicia para la época en que esta enmarcada la historia y como se hacian hace tantos años. Solo así, una película con esta duración se pasa como un susurro, queriendo ver más, más y más.
Las interpretaciones de Robert de Niro, Joe Pesci y Al Pacino, siendo la del segundo una actuación mas tranquila y cauta, pero imponiendo con los gestos y la voz; haciéndole saber a todo el mundo lo despiadado que puede ser y que matara tenga cualquiera sin importarle nada, Robert de Niro, como el asesino solicito de pinta casas y Al Pacino, como el sindicalista obstinado, divertido y sediento de poder. Mención especial a Anna Paquin, que sin la necesidad de unos excelentes diálogos, valiéndose sola de sus expresiones se puede reflejar en ella el odio y el miedo hacia su padre. En resumen, "El irlandés" es un compendio de actuaciones majestuosas, como si de una concurso a la actuación del mundo se tratara, cada uno, a su manera, dando todo de si.
Gracias Marty, gracias Robert, Al y Joe y no me menos importante gracias a Netflix (plataforma que llevare desde ahora muy cerca del corazón), por hacerme tan feliz y sacar a la luz esta epopeya que duró diez años en ver el mundo.
Para la temporada, digna en vencer en la temporada de premios, y en los Oscars: mejor película, mejor dirección, mejor actor principal, mejor actor secundario (Al Pacino), mejor guion adaptado, mejor edición, y mejor fotografía.

Son 62 episodios de fantásticas y crudas escenas sobre el mundo de las drogas y las secuelas imborrables que deja en las personas. Dirigida de forma única y con planos hermosos y llenos de dinamismo. Vince Gilligan creador de la serie, nos introduce en cada capitulo en las caóticas y ambiciosas vidas de Walter White y Jesse Pinkman.
Ni que hablar de las interpretaciones de Cranston y Paul; soberbias, entrañables e impactantes. Sin embargo, para mi es Bryan Cranston el alma de la serie, el que debe llevar todo el peso del personaje; al que empiezas apoyando, por ser un padre de familia preocupado por el bienestar de la familia y por ser un enfermo de cáncer, y en la parte final de la serie, al que puedes terminar odiando y detestando por todas las atrocidades que cometió.
La dualidad entre Walter White: típico profesor de química y padre de familia y Heisenberg: un criminal sin escrúpulos, genio de la metanfetamina y alguien que consigue lo que quiere sin importar el daño que deba causar. Cranston nos maravilla con ambas actuaciones (Heisenberg en verdad me asustaba), y las dos las desempeña con tal brillantez, que roza la perfección.
Crédito aparte:
Dean Norris, Betsy Brandt, Anna Gunn y RJ Mitte. Abordan los personajes de la mejor manera, cada uno con su singular estilo.

Acertada historia intimista sobre la gira "Rolling Thunder"; de unos de los poetas y cantantes (ganador del Nobel de literatura). Fantástico autor que canta sus propias creaciones. Scorsese logra en 2 horas 22 minutos, un acertamiento tras bambalinas de los conciertos y la vida personal de los integrantes . Un documental lleno de música y poesía y de momentos inolvidables.
Obra completa, que solo Marty puede alcanzar. Realización honesta y entrevistas que nos muestra el lado mas humano de Bob Dylan, que quizás nadie o pocos conocían.