Ron Howard es un director que siempre ha dado una de cal y otra de arena, generando una filmografía bastante contrastada entre grandes obras y otras cintas más discretas. En esta ocasión, nos da un peliculón en el que se nota su talento a la hora de generar tensión es reducidos espacios como ya hiciera en "APOLO 13".

Basada en el suceso real que tuvo lugar en Tailandia a principios de verano del 2018, narra la historia del rescate de 13 jóvenes miembros de un equipo de fútbol que se quedaron atrapados en una cueva debido a las lluvias torrenciales que la inundaron.

Poderoso film que atrapa desde el primer momento, sobre todo al ser un suceso que tuvo lugar hace muy poco tiempo y que todo recordamos ese seguimiento que hicimos al complicado rescate, el cual genera gran tensión al espectador gracias al trabajo de fotografía de Sayombhu Mukdeeprom, que es capaz de meter su cámara en los sitios más recónditos para trasladarnos a esos pequeños recovecos de la cueva.

El elenco de actores es fascinante, veteranos de la actuación que hacen un trabajo digno de ser premiado. Un Colin Farrell y un Viggo Mortensen encarnando a dos espeleosocorristas, una técnica de socorrismo que se da en cuevas y que no hay muchos en el mundo que se dediquen a ello, debido a lo difícil y arriesgado que es el rescate en cuevas, además que no se da con habitualidad. Dos personajes muy dispares que se dan la mano para encabezar un operativo complicado y que se necesitó de muchos días para poder llevarla a cabo.

Película tensa y agobiante, Howard nos traslada a esa cueva y deja de lado cualquier sentimentalismo para meternos de lleno en ese duro rescate que tuvo final feliz. Ser testigos en primera persona de ese operativo es una gran oportunidad que no podéis dejar de lado.

"Art the clown" es un personaje que ya forma parte de la historia de los asesinos ficticios en el cine. Un tipo cruel y despiadado que ha protagonizado un cortometraje y dos películas con una carga de violencia y de gore muy alta.

Tras su suicidio, "Art the clown" resucita en una morgue dispuesto a sembrar el terror durante la noche de Halloween. Dos hermanos parecen tener el secreto para acabar con él para siempre.

Con un aspecto similar a su antecesora, una suerte de cinta al estilo "grindhouse", una película de serie B cargada de violencia, sin complejos ni titubeos, aunque muy "cartoon" en muchas de sus muertes, otorgando al asesino de la película una actitud burlesca y muy divertida, características que han hecho de este persona un auténtico icono.

El divertimento reside ahí, en las despiadadas hazañas de nuestro amigo, dando un slasher que cojea en su historia, que se estira como un chicle y que a veces no aporta nada, lastrando una narrativa muy dinámica que aporta la sanguinaria actividad del protagonista.

Los 140 minutos de "Terrifier 2" son un camino sinuoso, donde en las rectas se pone a gran velocidad pero en cuanto coge curva, dificulta la conducción, ralentizando un tempo muy dinámico gracias al gore, a la violencia y ese puntito splastick muy habitual de finales de los 80.

Pero, ¿es para tanto? ¿Se le ha otorgado correctamente el calificativo de película nauseabunda? Pues, una vez más, el público medio ha exagerado y mucho, ya que, a pesar de tener escenas muy explícitas de violencia y gore, hemos tenido la oportunidad de ver cosas mucho peores. Eso sí, es un magnífico divertimento que debéis ver.

Desde la mismísima Escandinavia, tenemos una serie de cintas de terror que han venido últimamente de un altísimo nivel de calidad. Ahondando en historias muy personales, con niños implicados, que eso siempre es un plus.

Cuento tenebroso con moraleja interpretado por unos niños con una capacidad actoral altísima, ya que la dificultad de la historia exige un nivel interpretativo bestial, algo que cumple de sobremanera esta película y que sobresale en una cinta que ya lleva un año circulando por festivales pero que, hasta ayer, no llegó a cines comerciales.

La tensión se hace notable desde bien temprano hasta ya el final, un climax brutal que pone un broche de oro a una cinta de terror que no deja nada al aire, que muestra violencia cuando debe de hacerlo y que se muestra retorcida en muchas escenas.

La inocencia de unos niños que no saben diferenciar, si quiera, que está bien de lo que está mal, y de gestionar una responsabilidad tan grande como la de tener, de un día para otro, poderes que no son capaces de controlar, es elemento transversal de toda la película. Ver esas atrocidades cometidas por niños desprende un horror aún más potente, que se traduce en pura tensión y adrenalina desde el primer momento de la cinta.

No dudaría en ir a verla a los cines y dejaos llevar por una tensión muy bien actuada por estos niños, que decidirán ellos mismos si hacer el bien o el mal. Gran título que pudimos disfrutar el año pasado unos pocos y que hoy podéis hacerlo todos.

Desde Dinamarca viene una de las mejores películas de terror de lo que va de año, mezclando la tensión con una trama que va in crescendo hasta desembocar en un punto de total delirio.

Una película que comienza con la presentación de las dos parejas y una serie de detalles que serán importantes para el desenvolver de una trama que se vuelve completamente loca en su último tercio. Muy incómoda en su totalidad, queriendo apretar fuerte los puños ante una pareja de holandeses que hacen cosas que no tienen sentido alguno.

Muy cercano a maestros como Michael Haneke y Giorgos Lanthimos, un marcado carácter muy europeo, aunque sea evidente debido a la procedencia, pero cumple con unas características muy claras, como la escasez de escenarios y de personajes, las marcadas extravagantes personalidades de los antagonistas. Una auténtica locura que no os dejará indiferentes.

Bien es cierto que el guión, a lo largo de su desarrollo, carece de cierto sentidos y tiene algunos puntos que no se comprenden. Supongo que la explicación no es más que "hay que forzar ciertas situaciones para que la película tenga sentida en su totalidad", pero a la vista del espectador, no se explica el comportamiento de, sobre todo, la pareja danesa, no sé si alguien más está de acuerdo conmigo que es una manera de ver a los daneses a través de los ojos de un director de aquél país.

Aún tenga fallos y carencias, es un gran título que nos deja este director que tampoco ha hecho muchas más cosas a día de hoy, y os traeré este mes algún que otro título europeo de terror, que cada vez estamos haciendo mejores títulos, creando un estilo muy propio.

Edgar Wright es uno de los mejores directores del momento, un artista que nos ha dado obras como las de la "TRILOGÍA DEL CORNETTO" o la excelente "BABY DRIVER". Este año nos ha traído un thriller muy bien diseñado, siendo Londres el escenario perfecto para esta historia.

Una joven estudiante de moda se traslada a Londres para iniciar sus estudios. Tras mudarse de la residencia en la que estaba a un viejo estudio, es capaz de trasladarse al Londres de los 60 y transformarse en una de sus cantantes favoritas. Pronto descubrirá que la ciudad de los años 60 no es lo que creía.

Con un gran montaje y diseño, esta cinta se presentaba como uno de los estrenos del año. Extraña en su ser, pero magnífica en su ejecución, con dos jóvenes actrices que demuestran ser el presente y futuro del cine. Una historia que se nos cuenta muy poco a poco, en el que dos tiempos se fusionan en un mismo punto.

Una cinta que no muestra sus cartas hasta el final, con colores muy bien elegidos para adornar una historia muy original y trabajada. Wright se adentra con mérito en el thriller, dejando ver que da igual el género, el sigue contando historias ingeniosas.

Muy buena propuesta que tenemos este año, original y que destaca, no sólo por su fachada "vintage", sino que demuestra que Wright es de los pocos directores-guionistas buenos que quedan en el mundo del cine.