"Art the clown" es un personaje que ya forma parte de la historia de los asesinos ficticios en el cine. Un tipo cruel y despiadado que ha protagonizado un cortometraje y dos películas con una carga de violencia y de gore muy alta.

Tras su suicidio, "Art the clown" resucita en una morgue dispuesto a sembrar el terror durante la noche de Halloween. Dos hermanos parecen tener el secreto para acabar con él para siempre.

Con un aspecto similar a su antecesora, una suerte de cinta al estilo "grindhouse", una película de serie B cargada de violencia, sin complejos ni titubeos, aunque muy "cartoon" en muchas de sus muertes, otorgando al asesino de la película una actitud burlesca y muy divertida, características que han hecho de este persona un auténtico icono.

El divertimento reside ahí, en las despiadadas hazañas de nuestro amigo, dando un slasher que cojea en su historia, que se estira como un chicle y que a veces no aporta nada, lastrando una narrativa muy dinámica que aporta la sanguinaria actividad del protagonista.

Los 140 minutos de "Terrifier 2" son un camino sinuoso, donde en las rectas se pone a gran velocidad pero en cuanto coge curva, dificulta la conducción, ralentizando un tempo muy dinámico gracias al gore, a la violencia y ese puntito splastick muy habitual de finales de los 80.

Pero, ¿es para tanto? ¿Se le ha otorgado correctamente el calificativo de película nauseabunda? Pues, una vez más, el público medio ha exagerado y mucho, ya que, a pesar de tener escenas muy explícitas de violencia y gore, hemos tenido la oportunidad de ver cosas mucho peores. Eso sí, es un magnífico divertimento que debéis ver.