Genial adaptación de la novela de Stocker basandose en su formato de diario y con un excelente reparto en el el que destaca el inconmensurable y camaleónico Gary Oldman en el doble papel del Conde Vlad. Gran película con mucho peso sentimental y muy bien cuidada a pesar de tener decenas de fallos de racord. Maravillosa.

Dejando atrás el irremediable dolor de ojos al ver la traducción que se ha hecho del titulo original de la cinta, "Coming to America" se presenta como lo que es; una película para reir con amigos. Murphy consigue una vez más crear un personaje principal carismático que se ve reforzado por el resto del elenco. Mención especial a las caracterizaciones de Murphy y Hall en las secuencias de las barbería.

Eso precisamente parece esta película, un taladro oxidado que entra por tu oido y convierte en pulpa tu cerebro. No es que no me haya gustado, de hecho es interesante solo por el hecho de que NADIE se atrevería a rodar algo semejante ahora, puesto que la secuela de 2009 aparece en plena era digital y pierde un poco el mérito.
El personaje de Tetsuo que sólo tiene que ver con el de la película de animación Akira en la aparición tortuosa de partes metálicas, cables y demás en su cuerpo; es tan desconcertante como atractivo, ya que durante los pocos más de 60 minutos que dura la cinta te hace preguntarte si todo lo que está pasando es una mala pesadilla o simplemente es así de bizarro.
Promete y cumple. Te hace desesperarte, agobiarte e incluso asquearte y todo con un ritmo un tanto vertiginoso acompañado durante toda la película con un ruido metálico al que es imposible acostumbrarse.
Como buena película de culto despierta tanto pasiones, como odios, y eso es más que un logro puesto que no pasa desapercibida.