Me cuesta recordar una serie que me haya enganchado tanto como servant. Un punto de partida diferente, aterrador, y un desarrollo que te deja pegado a la pantalla.

Cuatro personajes y un escenario. Eso es lo que basta para contarnos esta historia y nos atrape. Es de gran mérito que consigan tanto con tan poco, y si bien es cierto que todo transcurre bajo una atmósfera oscura, yo no la clasificaría como terror, más bien suspense, misterio y bastante mal rollo.

Vemos a lo que sería una pareja idílica sufriendo un trastorno postraumático, después de una terrible experiencia con su bebé, y todo ello se acentúa tras la aparición de una misteriosa niñera que esconde algún que otro secreto. Hay momentos surrealistas y comportamientos inexplicables, pero para mi, sirven para acentuar ese clima misterioso a la historia.

Me ha encantado el formato de 30/35 minutos por capítulo. Hacer los capítulos de 60 minutos a veces se hace pesado y obligan a meter relleno innecesario.