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Voto de Revista Contraste:
6
Ciencia ficción. Acción Los X-Men se enfrentan a su enemigo más poderoso: uno de sus miembros, Jean Grey. Durante una misión de rescate en el espacio, Jean casi muere al ser alcanzada por una misteriosa fuerza cósmica. Cuando regresa a casa, esa radiación la ha hecho más poderosa, pero mucho más inestable. Mientras lucha con la entidad que habita en su interior, Jean desata sus poderes de formas que no puede controlar ni comprender. Jean cae en una espiral ... [+]
7 de junio de 2019
9 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
El universo de mutantes llega a su fin con esta última entrega, donde se explora con más profundidad el personaje de Jean Grey, la telépata. Simon Kinberg se pone al frente de este proyecto, que resulta un moderado colofón para la saga.

Los X-Men coronan sus aventuras poco después de haberlo hecho los Vengadores en Endgame, lo que hace inevitable una comparación con el MCU (universo cinematográfico de Marvel). Eso puede hacer más evidente las carencias de guion o personajes que presenta la producción, la cual llega sin altas expectativas, tras el accidentado recorrido de la colección.

En esta película, Jean absorbe una fuerza muy poderosa que le hace perder el control sobre sí misma. Sophie Turner realiza un gran trabajo en su papel protagonista y transmite al público la incomprensión sobre su nuevo estado, así como el sufrimiento que eso le provoca. Esta premisa da pie a tratar el tema de la sobreabundancia de poder, aunque no ahonda en el conflicto, así como tampoco en los villanos. El largometraje pasa de puntillas por la historia, dejando escapar la oportunidad de explotar una buena trama y convirtiéndola en un mero espectáculo visual.

No se puede negar el excelente trabajo técnico que proporciona unos fantásticos efectos especiales, pero la falta de reflexión deja un sabor un tanto amargo. Sin argo, el film funciona muy bien como entretenimiento y tiene a su vez varios puntos buenos. El arranque es muy interesante y, aunque el relato no despega del todo, la acción no decae. Algunos personajes muestran una nueva faceta y se descubren complejas relaciones entre ellos. Además, como en toda propuesta de superhéroes, se consideran asuntos como la predestinación, la evolución, la elección para hacer uso de los dones que uno tiene o la pregunta sobre quiénes somos –sin olvidar el forzado guiño a las X-Women, un gesto también presente en el final del MCU–.

X-Men: fénix oscura no hace resurgir al grupo de sus cenizas, sino que se va apagando poco a poco derivando en un cierre discreto para la saga. No obstante, la exhibición de efectos, combinado con una duración adecuada, hacen que sea una elección apropiada para disfrutar y pasar el rato.

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