Segunda película que dirige el escritor Aaron Sorkin después de "Molly´s Game", un guionista virtuoso para los diálogos que con mucha agilidad nos muestra un drama jurídico que en principio iba a dirigir Steven Spielberg y que al final acabo dirigiendo Sorkin para Netflix.

Describe los hechos reales que rodearon un juicio entre 1969 y 1970 en el que siete activistas y líderes de diversos grupos fueron acusados de conspiración e incitación a la violencia, ante los disturbios ocurridos durante la Convención Nacional Demócrata de 1968 en Chicago en contra de la guerra de Vietnam. 

Sorkin sabe jugar con las líneas de tiempo de forma que la narrativa resulte muy amena, todo ello con numerosos flasbacks muy bien colocados, logrando mantener el interés durante la dos horas. El guion hablará de intereses y tácticas en política, el racismo en el sistema de justicia, la brutalidad policial, el activismo y el papel de los medios de comunicación, ya que fue un juicio muy mediático. 

Un buen puñado de actores consiguen dar vida a estos personajes entre los cuales destaca Mark Rylance como el abogado William Kunstler y en el polo opuesto está Joseph Gordon-Levitt como el fiscal Richard Schultz. Y al otro lado del estrado tenemos al implacable Juez Hoffman, interpretado por el gran Frank Langella.

Y los famosos siete en cuestión son Eddie Redmayne como Tom Hayden; Alex Sharp como Rennie Davis; Sacha Baron Cohen como Abbie Hoffman; Jeremy Strong como Jerry Rubyn; John Carroll Lynch como David Dellinger; Danny Flaherty como John Froines y Noah Robbins como Lee Weiner. Sin olvidarse del octavo un co-fundador de las Panteras negras llamado Bobby Seale interpretado porYahya Abdul-Mateen II.

Por supuesto el film tiene licencias creativas para alejarse un poco del tono documental, pero sabe mantener muy bien la esencia del drama de los eventos. Una película muy destacable.

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