Sorprendió como guionista Steven Knight con "Promesas del Este" (2007), "Negocios ocultos" (2002), y como el creador de la serie de la BBC "Peaky Blinders". Esta es la tercera vez que dirige su propio guión, después de "Redención" y de rodar con Tom Hardy en 2014 "Locke". Dos películas de lo más interesantes.
Pero este puede ser su gran resbalón, inexplicable y absurdo lo que Knight nos ha querido contar en esta historia sin ningún sentido. Una trama y unos personajes ridículos y forzados, que con frases caricaturescas llegan a un final con toque Shyamalan que es el colmo del ridiculo.
25 millones de dólares, grandes actores como Matthew mcConaughey, Anne Hathaway, Diane Lane, Djimou Johnson y un patético malo de pandereta Jason Clarke no consiguen levantar con sus interpretaciones un guión tan desastroso como este. 
McConaughey es Baker Dill, un capitán de barco de pesca en una isla paradisiaca tropical llamada Plymouth. Es un tipo que está intentando superar un pasado. Ahi es cuando aparece su su ex mujer fatal (Hathaway) y nos explica ese pasado. Karen le propone que la salve a ella y a su hijo de su nuevo esposo maltratador y borracho (Jason Clarke) y le ofrece a Baker dinero para que se lo lleve a pescar, lo emborrache y lo tiré por la borda para que los tiburones acaben con el.
Un film noir al estilo de "Fuego en el cuerpo" pero que a los diez minutos se convierte en una las peores películas que he podido ver este año.
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