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España España · la mia
Voto de osferal:
10
Drama Nora entra en primaria y poco después descubre el acoso que sufre su hermano mayor, Abel. Nora se debate entre la necesidad de integrarse y su hermano, que le pide que guarde silencio. (FILMAFFINITY)
16 de mayo de 2022
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Un monde” en su título original, quizás más acertado que el propuesto en su versión en español, es la ópera prima de la directora belga Laura Wandel ​ que firma el guion de la misma. Un mundo nos cuenta, en apariencia, a través de los ojos de una niña, el acoso al que se ve sometido su hermano, algo mayor que ella, en el colegio donde ambos asisten. En apariencia trata de esto, pero va mucho más allá, ya que el patio de colegio no deja de ser un reflejo de la sociedad adulta, haciéndose extensivo precisamente a toda una sociedad, a todo un mundo. Por otro lado, los pocos iconos del espectro más próximo identificables por un niño son para él, eso mismo, todo un mundo. Muestra ese colegio como si fuera una prisión de castigo. Se sirve de él para realizar una denuncia social a la propia concepción social, donde salen mal paradas la autoridad, el sistema educativo, los educadores y en definitiva los valores que estos en apariencia representan o pretenden inculcar. Evidenciando que la disonancia surge al dar mayor importancia a la forma que al fondo y denunciando que lo estipulado es mirar hacia otro lado cuando algo incómodo que no debería ser o estar, aparece.

Rodada al estilo cámara al hombro, aunque en solo una ocasión la altura de la misma rebasa el metro y poco que mide su protagonista, mediante planos secuencia y un movimiento ágil del objetivo nos va desgranando con meticulosidad el contenido de una, a simple vista trivial, trama que encierra sutilmente mensajes que complementan y hacen entender e identificar perfectamente todo lo que esa niña observa. El encuadre de corta distancia focal atrapa permanentemente a una excelsa protagonista, Maya Vanderbeque, que realiza una interpretación de una calidad e inteligencia emocional que no debería corresponder a su corta edad. Parte del mérito de esto último quizás sea de su directora o de la dirección de actores. Este constante primer plano, que nos hace empatizar con el personaje, junto con la confusión y desorientación que produce el desenfoque del fondo del encuadre, hace que nos evoque, a la para mí, obra maestra, “El hijo de Saúl (2015)” de László Nemes, donde salvando las evidentes diferencias, en lo que cuentan y los recursos que utilizan para contarlo muestran un claro paralelismo.

Obra inteligente donde se sabe dar la profundidad y madurez necesaria a la inocente, pero no estúpida mirada de una niña que tiene que lidiar con responsabilidades y dilemas morales para las que no está preparada y que no le deberían corresponder por su edad. Desde el primer momento su directora consigue imprimir una tensión constante que atrapa durante todo su corto metraje (para los estándares actuales), regalando un más que acertado final donde propone quizás la posiblemente mejor solución naif a muchos de los problemas planteados.

Tiene una complejidad, calidad y profundidad incontestable donde yo no he apreciado ningún claro error, por lo que para mí es una obra redonda. ¿Obra maestra?, quizás, tendré que volver a verla de nuevo.

Se recomienda encarecidamente se visione en su versión original con o sin subtítulos, eso ya al gusto, ya que el doblaje a español es penoso, hace que parezca otra película.
osferal
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