Yo he empezado por la última. Quiero decir, primero vi la del 2007. Me pareció una buena película. Pero en FA aprecié como definían a la del 2007 como"mala" y a la del 1997 como la "obra maestra". Teniendo en cuenta que conocía la mala y me gustó, imaginé que la buena sería la ostia en vinagre por aquellos susurros cinéfilos.
Como el viernes pasado me cogió caminando por la calle sin nada que hacer y con un euro en la cartera me hice con el Público. Quería comprobar lo buena que era la buena y lo mala que quedaría la mala al compararla; y todo ello por menos de la mitad de lo que me cuesta un paquete de tabaco. Cojonudo.

Cuando ya corría los créditos finales de la buena, me quedé a cuadros. Había visto y comprobado que efectivamente la otra es una copia exacta si la memoria no me fallaba. No me descuadré por aquel motivo en sí. Fue por aquello de que una es considerada como sublime y la otra como bodrio.
Entiendo el mosqueo del cinéfilo. Entiendo que no mola nada ver un remake calcado con tan sólo diez años de diferencia. Incluso yo también metería la palabra "timo" en todo esto. Lo que no comprendo es que una cautive y la otra sea llamada mierda.
Haneke ha hecho una estupidez con el segundo grabado en tierra americana. Con 1997 nos sobra y basta para tener claro qué es Funny game. Aun así, si juzgamos la otra como producto individual, matemáticamente tendría que quedar a la altura de la original.

Y ahí va mi percepción personal que me hará quedar como un miserable; al ser las dos iguales, de elegir me quedo con 2007 porque Naomi Watts me parece más atractiva que Isabelle Huppert. Y ya que tenemos dos productos calcados, busquemos la diferencia.

Si no has visto ninguna de las dos versiones, ve la que más se te antoje... pero eso sí; con una tienes más que suficiente.