El segundo largometraje dirigido por el reputado guionista Aaron Sorkin, responsable de entre otros proyectos el de "El lado Oeste de la casa Blanca" para televisión y "La red social" para cine (por esta última ganó su único premio Óscar por el guion adaptado de la película dirigida por David Fincher), es una película sobria, que pone su punto de mira en los hechos sucedidos a finales de la década de los 60 del siglo XX, girando alrededor del juicio que se inició el 26 de septiembre de 1969 en Chicago, pero que también nos muestran las concentraciones de los diferentes grupos en la ciudad más poblada del estado de Illinois en contra de la guerra de Vietnam o del racismo.

La película, por la que Sorkin ganó el Globo de oro en la categoría de guion y que está nominada a las premios Óscar incluyendo el de mejor película, es meticulosa en casi todos los aspectos, tanto en la excelente presentación de los personajes, de todos los acusados (los líderes del SDS, de los yippies, el pacifista en contra de la guerra de Vietnam, las panteras negras), de los abogados, del juez Julius Hoffman y del jurado popular, y de ese gran prólogo en donde nos sitúa en la situación social y política de la época con la guerra de Vietnam y el racismo como temas de fondo de casi todos los movimientos críticos.

En esta ocasión, me ha convencido el Sorkin director, ya que sabe mover la cámara de manera precisa para presentarnos a cada uno de los personajes del juicio y es parte fundamental de que el reparto funcione tan bien. Por contra, no me parece uno de los mejores trabajos del guionista neoyorkino en la creación del texto original ya que, los diálogos no son tan ágiles e innovadores como en otras de sus películas, y se queda a medias a la hora de desarrollar algunos de los personajes secundarios.

Pero el proyecto cuenta con unos grandes trabajos en algunas facetas técnicas como en el montaje, en donde Alan Baumgarten, el editor habitual de las películas de David O. Russell, que parte como favorito para ganar el Óscar en esta categoría, tanto en las escenas del juicio como en las elipsis temporales necesarias y muy introducidas que nos permiten conocer mejor temas a debate en el juicio.

El sonido y la dirección son de calidad, y sobre todo ese magnífico reparto de secundarios, entre los que destacan el oscarizado Mark Rylance como el incisivo abogado William Kunstler, Frank Langella como el juez del juicio y el nominado al Óscar Sacha Baron Cohen como el líder del movimiento yippie Abbie Hoffman. Por contra, no me termina de convencer la música compuesta por Daniel Pemberton, que es excesiva en las escenas de las concentraciones en el Grant Park de Chicago.

La película se puede ver en la plataforma Netflix, en donde se estrenó el pasado mes de octubre, y es bastante fácil de recomendar, ya que tiene dinamismo, intrigante y cuenta con un reparto lleno de rostros conocidos, además de que Sorkin tiene muchos seguidores que no se pierden ninguno de sus proyectos como guionista. Como curiosidad el personaje de Fred Hampton interpretado por Kelvin Harrison Jr. también aparece y con un mayor protagonismo en "Judas y el mesías negro", por el que Daniel Kaluuya ha ganado el Globo de oro y es el favorito para ganar el premio Óscar.
Otro atractivo del proyecto es que nos permite conocer lo fundamental de un asunto de gran importancia en esa época, como el del juicio que se celebró en Chicago y duró 151 días.

LO MEJOR: El montaje. El reparto, en especial Mark Rylance y Frank Langella. La dirección.
LO PEOR: El guion no está a la altura de otros trabajos de Sorkin. La música es excesiva en las escenas de las concentraciones en el Grant Park de Chicago.

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