Succession es y espero que sea una de mis series favoritas. Disfruté sus dos primeras temporadas, con sus interpretaciones, ambientaciones, personajes, etc. muy buenas, pero sobre todo por su guión excelente. Enseguida empaticé con Kendall, el hijo díscolo que es un diamante en bruto. Con su ambición extrema todo parece indicar que se convertirá en el dueño de todo dejando cientos de cadáveres a su alrededor. Pero llegó la tercera temporada...y el diamante resultó ser de vidrio. Salvo el viejo, todos los demás parecen competir para ver quién es mas estúpido y simplón. El Kendall inteligente y reflexivo de las dos primeras temporadas se convierte en la tercera en un gilipoyas a la altura de los demás que difícilmente podría gestionar un McDonalds de pueblo. No sé como continuará la serie pero si sigue por estos derroteros, mas que una serie dramática será una comedia y de las malas. Que vuelvan los guionistas originales o esto no tiene arreglo.