La premisa con la que se presenta Sense8 me pareció interesante: individuos de diferentes lugares, cada uno con su vida, que están unidos entre sí y poco a poco van indagando y descubriendo los motivos. Los primeros episodios, en los que la trama avanza a un ritmo adecuado para presentar a cada protagonista y lo que les rodea, me han gustado; sin embargo, llega un momento, terminando la primera temporada, en el que la trama empieza a hacerse confusa y liosa, hasta un punto que comienza a surgir un desinterés porque hay cosas que no se explican del todo.

La segunda temporada sigue el hilo del final de la primera, convirtiéndose en una trama que no consigue unir las separadas historias de los protagonistas. Van contando las historias de cada uno intentando entrelazarlas, pero el resultado no me ha convencido.

Además, a partir del momento en que termina la presentación de los protagonistas, en la segunda mitad de la primera temporada, la mitad del metraje de cada capítulo es relleno. Podrían haber contado la historia en mucho menos tiempo y hacer que no se vuelva soporífera para el espectador. He llegado a saltarme escenas completas porque no aportan nada a la historia, cosa que no me había pasado antes.

Y con la cancelación de la serie, tuvieron que hacer un capítulo final de la duración de una película, algo precipitado.