La primera vez que visioné esta película, resultó tal el impacto que produjo sobre mí, que años después, seguía recordando los diálogos nitidamente, y eso que mi memoria en cuestión de diálogos es similar a la de un Spectrum. El ritmo de esta película es endiabladamente trepidante, sin tregua, puesto que la trama principal gira en torno a un sinfin de personajes, muy definidos, y en el que las microhistorias se entrelazan en algún punto del filme. La caracterización de cada uno de ellos es genial, pues se traslada desde la alta sociedad, pasando por todo tipo de vidas, hasta los matones de poca monta, todos con una excepcional presentación de cada uno de ellos. En una ciudad gris y decadente, la trama por la búsqueda del diamante es vertiginosa, donde se suceden los toques de humor irónico, mucho humor negro, muertes absurdas, chantajes continuos...; todo ello para narrar los diversos métodos de cada colectivo por hacerse con la codiciada pieza. Divertidísima y genial. Visionado Imprescindible.