Darkstalkers era una idea arriesgada pero que en manos de Capcom se convirtió en una auténtica maravilla. Con varias entregas para recreativas y máquinas de 32bits, siendo la mejor de todas el brillantísimo Darkstalkers 3, y en pleno apogeo de la saga -ahora olvidada-, los estudios de Capcom Animation se decidieron a trasladar aquel videojuego de lucha 2D a una película de animación.

Dividida en cuatro partes, esta sublime OVA adapta a rajatabla la base del arcade. Volvemos a encontrarnos con una cruenta guerra entre los vampiros capitaneados por Demitri y la familia real a la que pertenece la succubo Morrigan, y no faltan otros como Felicia, una mujer gato que sueña con ser pop-idol, un hombre lobo que aparece menos de lo deseado, el gran Anakaris o Rikuo, el hombre-pez. Pese a que aparecen todos -o casi- los luchadores del juego, exceptuando los incluidos en el tercer capítulo (B.B.Hood o Lilith, por ejemplo), la historia se centra en el misterioso Donovan y la niña Anita (Amanda en esta película), así como la aparición de la divinidad de fuego Pyros.

Todo avanza de forma ágil, con una trama bastante tópica pero fiel el juego de Capcom, que es la idea. La mayoría del tiempo lo pasaremos viendo combates entre estas extrañas piezas del folklore japonés, con algunos duelos memorables como el de Donovan contra el samurái Bishamon. La animación es cojonuda para ser una mísera OVA y poco más puede decirse sobre ella, la verdad. Si eres fan -o conocedor- del videojuego, te parecerá una pasada. Si prefieres un anime serio y con una buena carga dramática, óbvialo. Como pasaba con "Advent Children", sólo que ni esta es tan buena técnicamente ni tiene un guión tan malo como la historia protagonizada por Cloud, Tifa y compañía.