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España España · Sant Andreu de la Barca
Voto de Canelita:
3
Western. Acción Ellen (Sharon Stone), una bella y misteriosa forastera, llega a una pequeña ciudad del Oeste y se inscribe en una peligrosa competición en la que pistoleros procedentes de todas partes arriesgan sus vidas a cambio de fama y dinero. Los motivos de Ellen son muy distintos: quiere vengarse de Herod (Gene Hackman), un hombre sin escrúpulos que domina la ciudad, por el daño que le hizo a su familia en otros tiempos. (FILMAFFINITY)
24 de julio de 2009
10 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Da igual que detrás de la cámara haya un director competente o que los actores sean de primerísimo nivel, todo da igual cuando la historia es tan tonta y el guión tan malo. La intención de Raimi es la de siempre: hacernos pasar un buen rato, pero esta vez fracasa estrepitosamente. Cuando vi 'Rápida y mortal' con quince años me pareció una película fascinante: qué encuadres, qué imágenes, qué montaje... Una obra maestra del entretenimiento. Visualmente era tan imaginativa que uno podía pasar por alto el guión. Tenía quince años, compréndanlo, y estaba tan indefenso como mi sobrinita de tres ante Caillou. Será que con la edad me estoy volviendo más intransigente y tolero menos cosas.
De ninguna de las maneras se puede pedir al espectador interés por una historia que parte de una premisa tan rídicula y se desarrolla acumulando un tópico tras otro. Los pistoleros más rápidos del oeste, ¡guau!, se inscriben en el torneo definitivo para demostrar quién es el mejor. El predicador, la dama, el indio, el chico... Elija su personaje y pulse 'start'. ¿Quién ganará? Vale que Raimi no oculta su intención de hacer algo parecido a un videojuego, pero a veces parece olvidarse y se cree que está haciendo un auténtico 'western'. Es entonces cuando la broma, que era más o menos divertida, se convierte en una astracanada sin ninguna gracia. Como película del oeste, un fiasco: increíble, bufa y de una simplicidad que asusta. Como pasatiempo también fracasa: el director confunde la sátira con la gilipollez adolescente, y se toma tantas licencias que al final ni él mismo sabe lo que se trae entre manos. Eso sí, la Stone está más guapa y sensual que nunca. Con el disfraz de pistolero pone burro a cualquiera.
Canelita
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