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Voto de Elcinederamon:
7
Thriller. Drama Una española, Gloria Duque, presencia en México la muerte de dos policías a manos de dos gángsters. Uno de ellos le da antes de morir un portafolios con direcciones donde la mafia blanquea dinero en todo el mundo. Más tarde a ella la deportan a Madrid y vuelve a casa de su suegra, una mujer de gran entereza que da clases para pagar la hipoteca del piso. (FILMAFFINITY)
7 de febrero de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto de Agustín Díaz Yanes es un thriller dramático basado en una mujer española que presencia en México el asesinato de dos policías a cargo de unos gánsters, y justo antes de morir le entregan la información necesaria para descubrir en España donde se blanquea el dinero negro de la mafia. Dirigida con un ritmo vigoroso y con un estilo personal y directo que mantiene con oficio la expectación, es una obra portentosa y arrolladora que de forma perspicaz sorprende al público con lo que se le ofrece y poco a poco va generando más y más tensión gracias a su trabajada historia y certeras interpretaciones para tallar lo que sin duda es un film recordable y provocador, concluyendo una película notable que obtuvo justamente el Goya a la mejor película en su momento.
La fotografía es alusiva de cada lugar, jugando muy bien con los claroscuros en un turbio trabajo repleto de detalles sugerentes y portentosos que en ocasiones impactan y desconciertan al público por su violencia. La música es estimulante y rítmica, usando en ocasiones sonidos hipnóticos y turbadores y en otras sonidos amenazadores e intensos que penetran en el espectador y ayuda a mantener en vilo a este. Los planos y movimientos de cámara consuman una notable y bien trabajada labor técnica mediante el uso de los detalles, tercera persona, cenitales, cámara en mano, seguimiento, primeros y primerísimos planos, avanti, retroceso, plano-contraplanos, subjetivos, seguimiento y circulares que sacan lo mejor de la acción y las interpretaciones.
Las actuaciones son auténticas y admirables. Como protagonistas Victoria Abril está remarcable y con calado psicológico, Federico Luppi está impecable y contundente en su labor y Pilar Bardem está convincente y señalada, siendo destacables las interpretaciones de Guillermo Gil, Daniel Giménez Cacho y Ana Ofelia Murguía entre otros. Para estos emplea la dirección artística unos vestuarios y caracterizaciones sugestivos del personaje según su condición, pasando de elegantes a informales e incluso humildes en una buena tarea que junto con los decorados y los distintos exteriores te transportan a cada lugar.
El guion, escrito por el director, crea buena expectación desde su comienzo provocador e impetuoso y mantiene expectante al público con una trama turbia y penetrante que crea interés y suspense para satisfacción de los seguidores del género, finalizando un implacable film que es de lo más sustancioso en su historia e incluso apasionante en sus momentos de acción, siendo por tanto justa ganadora del premio Goya. Esto se lleva a cabo con una narrativa expresiva e incluso efusiva que deja claro el tono conspirador de los protagonistas para cumplir con un insidioso trabajo intachable. Cabe señalar también, el montaje seguido y acompasado que añade buen ritmo al film y mantiene eficazmente al público pegado al asiento.
Concluyendo, la considero una obra indeleble e indispensable en el cine español que mantiene eficazmente todo el rato al público pegado al asiento por su intriga y arrolladora trama repleta de inquietud y una violencia sucia e implacable, además de contener algunos detalles profundos que añaden más interés a la trama. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, fotografía, música, montaje, planos, movimientos de cámara, vestuarios y narrativa que hacen de Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto, un film intenso e incitador para satisfacer hasta a los cinéfilos más exigentes.
Elcinederamon
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