Million Dollar Baby de Clint Eastwood, es una drama sobresaliente basado en el boxeo. Dirigida con un ritmo dinámico y en la línea habitual y sentimental del director, es íntima y particular, además de sorprendente y extraordinaria para el público. Realizada de modo apasionante y magistral, está definida de forma impetuosa y provocadora por la sutilidad de un entramado real, duro y llevado a cabo con el único objetivo de calar e incitador al espectador.
La fotografía, es impactante y violenta en determinados momentos del film por la propia naturaleza de este, con imágenes estimulantes y cautivadoras por estar tratadas con una sencillez idónea, y por hacer un uso excelente de las luces. Y la música, es emotiva y bella, con sonidos conmovedores y melódicos que acompañan con sentimiento y acierto, enterneciendo al público con una atmósfera creada en su entorno triste y desesperanzadora.
Las actuaciones, son radiantes, impecables y magníficas. Con Clint Eastwood con personalidad y carácter en línea habitual, Morgan Freeman oscarizado por su labor cautivadora y lustrosa y Hilary Swan auténtica, carismática e impetuosa. Empleando diálogos irónicos, sarcásticos y burlones por parte del personaje de Eastwood, como es normal en él, y unos vestuarios y caracterizaciones evocadores y bien trabajados según el personaje.
El guion, es conmovedor y profundo, gracias a un argumento implacable y sublime, que gusta por ser llevado a cabo de modo excepcional por su pasión y por su pesimismo desolador, que absorbe y penetra en el público al antojo del director. Usando para ello, una narrativa con voz en off del personaje de Morgan Freeman que gusta por ser afable, explicativa y desilusionada en su modo de expresarla. Y destacando también unos planos y movimientos de cámara en mano y steadycam en los combates que dan gran realismo, inquietud y dramatismo.
En conclusión, considero esta cinta una obra imperecedera e imprescindible en el séptimo arte, por ser emocionante y clamorosa, y por haber conseguido 4 oscars entre ellos el de mejor película que atestiguan que no es un film más, sino más bien una película inmensa, emotiva y provocadora como pocas. Recomendable por su dirección, guion, actuaciones, música, planos y diálogos que convierten a Million Dollar Baby en una cinta indispensable de la filmografía dramática, y de las obras maestras de su director.