Haz lo que debas de Spike Lee, es una comedia dramática basada en el racismo, y en todo lo que le rodea. Dirigida con un ritmo más bien premioso, es arriesgada y temeraria por tratar un tema tan delicado, y la realiza de modo singular e innovador, y desde luego original, personal y subjetivo, definiéndola de modo inteligente y arrollador, aunque con falta de chispa.
La fotografía hace gran uso del color, y es lumínica y de variado colorido, siendo vistosa y estimulante para el público por estar estéticamente trabajada en detalles sugerentes. La música, también es alusiva al momento y lugar en cuestión, acompañando hábilmente el film. Y los vestuarios y caracterizaciones, son totalmente sugerentes a la trama, según el personaje, transportando al espectador in situ de modo eficaz.
Las actuaciones, son naturales, espontáneas y convincentes. Resaltando los papeles de Danny Aiello, Ruby Dee, Giancarlo Esposito, Bill Nunn, Spike Lee, John Turturro, Samuel L. Jackson y Martin Lawrence formando un gran grupo, y realizando cada cual su papel de modo notable y sugestivo. Y empleando diálogos típicos de los barrios de Nueva York, con tono chulesco, y con la acidez, ingenio y ocurrencia que caracteriza a las bandas por su sarcasmo y conversaciones punzantes.
El guion, escrito por el mismo director, es interesante y sustancioso por sus toques provocadores e incitadores de la violencia, que salta por cualquier chispa por pequeña que sea. Argumentando de modo portentoso, arrollador e impetuoso para el público, que siente, que algo se va caldeando poco a poco. Resaltando también los planos y movimientos de cámara originales, subjetivos, cámara en mano y seguimiento, que dejan clara la evidente profesionalidad y singular modo de dirigir de Spike Lee.
En definitiva, la considero una obra inusitada, íntima y personal, que entretiene y ameniza de modo correcto y profundo. Recomendable para los que busquen obras distintas, ácidas e interesantes, por su dirección, planos y movimientos, actuaciones, guion original y diálogos. Y aunque la considero algo sobrevalorada, si es cierto que tiene algo distinto en su interior, que sin duda, merece la pena visionar y comprobar.