La vi hace mucho tiempo y al volver a verla me sigue pareciendo una obra notable.

Una trama tan sencilla como creíble y directa. Emocionante, bien hecha y con un Russell en su mejor época con un papel que le viene como anillo al dedo.

La película no se desgasta en doscientas vueltas de guión y crea gracias a una historia y momentos verosímiles una sensación agobiante que te mantiene pegado a la pantalla.

Un ejemplo más de película que no comprendo su baja nota media cuando en su género debería estar entre las diez mejores y entre las cinco mejores de los noventa.