Kate Winslet hace mucho que demostró que era mucho más que simplemente la protagonista del romance de blockbuster de Titanic (como hizo su pareja de reparto hace mucho también), y en esta magnífica miniserie, carga con el peso de la serie con una solvencia pasmosa, todo gira en torno al personaje de Mare y su trabajo como policía de la pequeña población donde vive y, por ende, donde prácticamente todos son sus vecinos y vecinas. El complejo mundo interior, la rudeza y frialdad del personaje, todas sus cicatrices (las que no se ven) son presentadas al espectador por Winslet de forma magistral, demostrando que el Emy recientemente obtenido es más que merecido. Si a su trabajo unimos la trama y los también estupendos secundarios, como Julianne Nicholson o Evan Peters, estamos ante una de las mejores miniseries del año, sin duda.