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Voto de Yaveric:
6
Thriller. Fantástico. Terror Desde los seis años, Margaret (Carlson Young) no ha podido olvidar el recuerdo de ver a su hermana ahogarse mientras sus padres tenían una brutal discusión. Ya como adulta se desliza cada vez más hacia la locura, contemplando el suicidio como una opción para acabar con su sufrimiento. A través de una épica aventura entre los rincones más brumosos y aterradores de su imaginación, Margaret trata de liberarse de los demonios que la empujan ... [+]
14 de agosto de 2022
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Notas tan bajas para películas tan loables en su estilo, solo se explican con sujetos como el que escribe la anterior crítica, que confunde género (en cine, fantástico) con el género sexual. Y suelta todo un batiburrillo de llamar "wokes" a todo dios, cuando la película si nos ponemos quisquillosos, de tener algún defecto es precisamente parecer ser inusitadamente indulgente con la violencia machista. En cualquier caso, adapta de manera muy libre una novela de 1666, escrita por Margaret Cavendish, y que tiene el honor de ser uno de los relatos de algo parecido a la ciencia ficción más antiguos de los que queda constancia.

A lo que ibamos, y que los menos listos vuelvan al Sálvame o a ver comer doritos a un youtuber sobrealimentado. Carlson Young ha hecho la película que quería hacer, una película que transita entre los videoclips del grupo de su pareja (Foster the people) y el neogiallo tan de moda en los últimos años. El resultado es una estética sumamente interesante, tan capaz de recrear algunos de los aciertos atmosféricos de Dario Argento en sus obras más abigarradas (Suspiria, Inferno, Opera) como de tener ese rollo hipster Coachella. Por momentos, la película puede llevar a algunos a pensar en Jodorowsky (una cinta deslavazada y surrealista por momentos) Gilliam o incluso en Burton o Joel Schumacher (excesos crómaticos como "Línea mortal" o la injustamente denostada "Batman y Robin", que ya eran en su día una suerte de postgiallo americanizado que por aquel entonces no se apreció)

El neogiallo es todo un fenómeno. Pese a que siempre hubo aprendices tácitos del género (el citado Schumacher, los hermanos Scott en "The hunger" o la saga Alien, Wong Kar Wai, Gaspar Noe) la referencia no llegaría a ser reverencial y confesa hasta que en Bégica Helene Catet y Bruno Forzani recuperasen sus esencias, cambiando a los Goblin por el duo francés Justice, en cintas como "El extraño color de las lágrimas de tu cuerpo". A partir de ahí, los hermanos Onetti en el cono sur, Yann Gonzalez (hermano del lider de M83) harían neogiallos que funcionarían muy bien para los feligreses del género en festivales, pero que lo tendrían difícil con un público mainstream que no captaría los ecos de sus múltiples guiños a botellas de Justerini & Brooks, música de sintetizadores y sangre de colores irreales como el rosa.

No es casualidad que hayamos mentado a Foster the people, m83 o términos como festival o mainstream de manera colateral. La relación del mundo del videoclip actual con el giallo es sorprendente, sirviendo siempre de ejemplos flagrantes el de "Exits" de Foals (dirigido por Albert Moya) "Good girls" de Chvrches o lo acaecido con la pieza que Bayona realizó para "Disconnected" de Keane. Es normal que si a algunos caían rendidos ante las virtudes de Leone en el western almeriense, el tiempo acabaría por poner en su merecido lugar el talento imponderable de genios como Bava, Argento, Aldo Lado o Bazzoni. Y cada vez en cines más comerciales la tendencia se filtra más y más, con la trilogía de neón de Winding Refn, clara deudora de las enajenaciones de Argento, Alex de la Iglesia con Veneciafrenia, Wang con Maligno o Edgar Wright con Last night in Soho.

No es un accidente por ende que, en una película arrebatada toda ella por los ambientes saturados de color de "Suspiria", Udo Kier sea parte del reparto. Udo Kier era el psiquiatra joven, el psiquiatra escéptico de la "Suspiria" del 77.

Como "buena" película onírica, la relación con el padre tiene tintes freudianos. La percepción de uno mismo, kafkianos. Un personaje con un marcado solipsismo desde la escritura de guion. En este aspecto me gusta y sorprende la actuación de Young, convincente y carismática. Por supuesto, habrá espectadores que la encuentren sobreactuada, pero es que Carson Young no solo ha entendido el giallo desde la puesta en escena. Carson Young ha comprendido el encanto del acting de Cristina Marsillach en "Opera", Mirella D´Angelo en "Tenebre" o Katja Anton en "Dellamorte Dellamore". Interpretaciones desaforadas en las que abrir mucho los ojos.

En definitiva, Carson Young se meterá en el bolsillo a los que amamos el género que homenajea y todos los buenos detalles que genera como directora en la creación de imagénes. Por otra parte, no me cabe duda de que sembrará la discordia y el rechazo para quienes se introduzcan en esta fiesta sin saber dónde se meten. Mención especial para Isom Innis.
Yaveric
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