Si lo que quieres es sacarte, por un lado la carrera, y por otro un dinerín, lo mejor del mundo es meterte a vigilante nocturno de una morgue. ¿Quién te va a molestar? Puede que al principio te inquiete un poco, pero ya verás como al cabo de un rato todo son lugares comunes y te acostumbras a las estrafalarias tramas que tu imaginación se monte. Vigilar cadáveres, a la larga, tiene que ser un rollazo, por la conocida falta de actividad que los caracteriza, pero para eso está el cachondo de tu amigo, siempre dispuesto a gastar bromitas y a hacerte la vida más interesante. Pero tú a estudiar ¿eh? Nada de practicar necrofilia ni de hacer cosas raras.

Un thriller tonto tonto, pero llevadero.