Media votos
7,9
Votos
536
Críticas
31
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Mis críticas favoritas
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de nostromo:
8
6,7
358
Drama
Una viuda de clase alta (Sarah Miles), que se recupera de una crisis nerviosa, intenta escapar de un mundo de conversaciones banales en torno a una taza de té, contratando los servicios de un chófer (Robert Shaw). (FILMAFFINITY)
22 de agosto de 2011
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película me impresionó mucho cuando la vi hace hace ya muchos años. Todos tenemos alguna opinión sobre los británicos y algunas son francamente negativas; yo sinceramente, no opino así. Para mi, realmente es una sociedad tremendamente interesante donde quizás por su carácter insular es diferente a la Europa continental Éspaña incluída. Su carácter férreamente levantisco contra todo lo extranjero, hace que las cosas lleguen atemperadas y que los cambios se procesen lentamente. Su rígida estratificación social y su poca movilidad en ese sentido son notorias.Justamente esta película, trata de eso.Una representante de la clase alta y aristocrática mujer se encuentra con un representante de la clase trabajadora. Este encuentro entre dos personas tan diferentes y que no estaban destinadas a tener cierta intimidad, genera el clímax de la película con una secuencia final impactante. Cine actuado sólo como saben hacerlo los ingleses, contradicciones sociales, exquisitez y la marca británica de lo clásico.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Una representante de la clase alta y con título nobiliario, viuda ella, sufre un quebranto en su salud mental.Contrata entonces a un chofer, ´´working class´´ quién pasa a estar a su servicio.Lady Franklin, (una excelente Sarah Miles, famosa actriz de la década de los 60 y 70) acepta algunas cortesías de su chofer un rígido, brutal y narcisista personaje. Este asalariado,(Robert Shaw, notable en su perfomance) comete el error de su vida, creyendo que tiene en su puño a la aristocrática viuda. Esto no es así y la aristócrata, que ha podido superar su depresión, comienza a intimar con un petimetre que estuvo en la guerra, capitan del ejército y de condición socio-cultural similar a la de ella.El reconocimiento de su equivocación como plantea el nombre en español es tremendamente doloroso para el hombre que había apostado a sus encantos y su suerte para superar las rígidas diferencias sociales. Atención a la secuencia final donde el personaje enloquecido destruye su medio de trabajo.