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España España · JEREZ DE LA FRONTERA
Voto de jaime salado:
6
Intriga. Drama Narra la historia real de Lucía, la única testigo en la matanza de los jesuitas en El Salvador. La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en plena guerra civil salvadoreña, seis sacerdotes jesuitas, profesores universitarios, y dos empleadas fueron asesinados en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en San Salvador. Inmediatamente el gobierno culpabiliza a la guerrilla del FMLN, pero una testigo presencial echa por ... [+]
27 de febrero de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Me dispongo a ver una película española de la que me han hablado muy bien y de la que me han dicho que deja a un grupo de sacerdotes en muy buen lugar. El tema me es familiar: El asesinato en El Salvador de seis sacerdotes jesuítas. Recuerdo perfectamente haber visto la noticia en el Telediario cuando apenas tenía 14 años, una de esas historias que se te quedan grabadas en la memoria. Comienzo el visualizado. Lo primero desconcertante ocurre antes incluso de los créditos iniciales, donde se puede leer que el film está subvencionado por el Ministerio de Cultura de España. "Un momento. Algo no va bien. Tiene que haber truco, seguro hay gato encerrado por alguna parte". Es lo primero que uno recelosamente piensa. "No cuadra que cuando la industria cinematográfica española está más secularizada, politizada e ideologizada que nunca saque un producto como este". Los interrogantes me asaltan la cabeza mientras leo el reparto, al tiempo que oigo de fondo una bonita música religiosa con tonos latinos. Terminado el film, se confirma la gran sorpresa: Los sacerdotes son las víctimas del asunto y no se dice nada malo acerca de ellos en toda la película, todo lo contrario, son ensalzados constantemente. ¿Dónde estaba el quid de la cuestión?, ¿Por qué se habla bien de una institución que es odiada por la industria cinematográfica de este país? Las respuestas a estas preguntas están en la zona spoiler, pero antes vamos a analizar la película más detenidamente.

De entrada, el comentario técnico. La dirección corre a cargo de Imanol Uribe, contrastado director de cine con doble nacionalidad española y salvadoreña, educado además en escuelas jesuítas del País Vasco. Obviamente y con este background, no parece haber nadie más cualificado para ponerse delante de una cámara en este proyecto, si bien es cierto que desde Días contados se han sucedido en su filmografía una serie de películas intrascendentes con más pena que gloria. En el reparto destacan Carmelo Gómez (el actor fetiche que lo acompaña en casi todas sus películas), Juana Acosta en el papel principal (aunque está más acostumbrada a papeles secundarios) y el polifacético Karra Elejalde, quien por su inexpresividad sirve tanto para una comedia como para un drama. La banda sonora te mete en todo momento en el contexto cultural, destacando la pegadiza canción "La verdad quiere ser dicha" de Javier Ruibal.

Premios no obtuvo ninguno, a pesar de estar muy bien hilvanada y con actuaciones sobrias. El hecho de tener una temática religiosa la excluye de cualquier reconocimiento por parte de una industria bastante sesgada como hemos mencionado anteriormente. "Hasta aquí podía llegar la broma", pensarían en la selección de los nominados de ese año a los Goya, mientras optaban a buen seguro por otros títulos de inferior calidad pero más acordes con el pensamiento único reinante.

Vamos con el argumento. Los acontecimientos descritos (a pesar de continuos flashbacks) se sitúan en el interrogatorio al que es sometido Lucía Barrera, perteneciente al servicio doméstico de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) de San Salvador. La noche del 16 de noviembre de 1989 presencia la irrupción del ejército en el campus universitario para asesinar a seis sacerdotes jesuítas y dos refugiadas. El gobierno afirma que la autoría es de la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), pero la testigo afirma una y otra vez que eso no se corresponde con lo que ella vió esa noche. "Mentir le hubiera resultado más fácil", reza el slogan promocional de la película, ya que ciertamente (según se desarrolla la película) con su actitud se complica tanto su vida como la de su familia, permaneciendo testarudamente fiel a la verdad y deseando que triunfe una justicia que para ella -más que nunca- es completamente ciega.

Vamos con el apartado espiritual, religioso y teológico, que al tiempo nos sirve para esclarecer el porqué de esta película en el panorama actual cinematográfico español.

Como primer elemento nuclear el film propone la defensa de la verdad como unico camino de felicidad posible. En este sentido, nada que reprochar. Como su director indica, pretende ensalzar este valor fundamental frente a un mundo cada vez más dominado por las fake news y donde la mentira se presenta como el camino más corto para la resolución de los problemas. La verdad, sin embargo, es la coherencia entre lo que se predica y lo que se vive. Una verdad que exige sacrificios y renuncias. Una verdad que es adalid de la justicia y que implica toda la existencia de quien la defiende. La verdad de los seis sacerdotes jesuítas y también la de la protagonista principal de la trama, Lucía. La verdad que requiere, en última instancia, entregar la vida por aquello en lo que se cree. "He venido para dar testimonio de la verdad" (Juan 18,37) son precisamente las palabras de Jesucristo con las que comenzaba la homilía de los funerales de los seis sacerdotes asesinados.

Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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