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España España · JEREZ DE LA FRONTERA
Críticas de jaime salado
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Críticas 215
Críticas ordenadas por utilidad
6
14 de febrero de 2022
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hoy analizamos una película con un argumento interesantísimo, basado -a grandes rasgos- en la inquietante pregunta: ¿Qué sucedería si aparecieran los restos del cadáver de Jesucristo?.

Sobre esta pregunta se construye una película de acción, un thriller político donde se entremezclan las tres grandes religiones monoteístas del planeta: Cristianismo, Judaísmo e Islam.

El film de Jonas McCord se basó en una novela homónima de Richard Sapir. A pesar de lo interesante de su argumento, fue un rotundo fracaso comercial, con apenas 300.000 dólares recuperados de un presupuesto de 30 millones. Estar rodada en el mismo Jerusalén encareció sin duda el proyecto. No me parece que el film mereciera esta recepción tan desastrosa, ya que sin ser una obra maestra sí es interesante y está bien dirigido e interpretado.

Creo que es justo decir que se trata de una película interesante, que merece la pena verla, pero también que hay que visualizarla con ojos críticos. Hay que contemplar un film como lo que es: ficción. Hay quien cuando se pone delante de una televisión cree que todo lo que está viendo tiene la misma objetividad que un documental de la naturaleza. Desgraciadamente no es así. Ver determinadas películas requiere un mínimo de conocimiento y de capacidad crítica para verlas y juzgarlas sin dejarnos arrastrar por el interés de determinado director o productor. Desgraciadamente, no todo el mundo posee estas cualidades, dándole el mismo valor a una película de ficción que al noticiero de cada día. Vivimos en un mundo donde hay intenciones aviesas respecto a la religión cristiana, y el Cine no es una excepción a los constantes ataques que sufre la Iglesia. No obstante, se puede disfrutar del Cine y discrepar del mensaje de una película, no pasa nada si se sabe juzgar rectamente.

Toda la trama de la película se desarrolla en la ciudad santa de Jerusalén. Durante las excavaciones realizadas en un sótano para construir un edificio se encuentra una tumba que data de comienzos del siglo I. Cuando la doctora Sharon Golban (Olivia Williams) comienza a analizar e inspeccionar el cuerpo encontrado empieza a sospechar algo que le confirma un arqueólogo amigo suyo (que casualmente es sacerdote), el Padre Lavelle (Derek Jakobi): El cuerpo enterrado podría ser el de Jesucristo. Las coincidencias son sorprendentes: el cadáver pertenece a un crucificado, de unos treinta años, de profesión artesano, que ha sufrido latigazos y ha sido finalmente rematado con una lanzada en el costado. Cuando el Vaticano se entera del posible hallazgo, decide enviar al Padre Matt Gutiérrez (Antonio Banderas), un antiguo guerrillero de El Salvador, para que encuentre la verdad. Así comienza una historia llena de angustia, emoción, acción, un toque romántico y un descubrimiento que puede zarandear la fe mundial. Reproduzco el momento en el que el espectador comienza a visualizar el problema:

Dr. Sproul: "Esto es inusual. Hendiduras menores de la sutura coronal a lo largo del frontal. La piel ha sido perforada con algo justo en el cráneo, objetos puntiagudos de algún tipo, pero no de metal. ¿Ves? No hay oxidación. Todo el camino a lo largo de la muesca supra orbital. ¡Ah! Nuestro compañero era obviamente... varón, sí... y ciertamente crucificado. No estoy seguro de la fecha que me dices, 500 a.C. Parece más bien romano.
Sharon Golban: ¿Por qué?
D.S.: Bueno, si ves esta marca aquí en las costillas, parece que lo remataron con una lanza redonda. Mira la constitución del antebrazo derecho. Un albañil o un carpintero... como Cristo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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6
21 de enero de 2022
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Reino de los Cielos es una película británica -no made in Hollywood- con algunos premios menores en diversos certámenes europeos y americanos. Hace ya unos cuantos años que vi por primera vez esta película y recuerdo que me dejó más frío que otra cosa, pero ha pasado algo que me ha hecho cambiar de opinión, al menos respecto a lo cinematográfico.

Hasta hace poco, como digo, yo había visto la versión comercial de 145 minutos y tenía la sensación de que a la historia le faltaba profundidad. Muchos personajes estaban tratados superficialmente y notaba "saltos" en el argumento que me dejaban desconcertado e incómodo en ciertas fases de la película.

El otro día, y por casualidad, pude ver en Blu-ray la versión extendida del director Ridley Scott de 190 minutos de duración. La conclusión es que se trata de otra película completamente distinta, con un argumento mucho más sólido y un hilo conductor ahora sí inquebrantable. Sigue sin convencerme una buena parte del contenido de la historia, pero al menos he de reconocer que la película gana en calidad cuando se visiona de manera completa. Luego, he leído unas declaraciones del director en las que repudia la versión cinematográfica y afirma que el Director's Cut es a su juicio la única versión válida. Eso explica muchas cosas.

La acción tiene como trama la época de las Cruzadas cristianas que pretendían recuperar Tierra Santa. El protagonista principal, Ballian (Orlando Bloom) es un herrero que peregrina a Jerusalén para obtener el perdón de los pecados tras haber asesinado a un sacerdote. Llegado a Tierra Santa, encuentra a su verdadero padre, Godofredo de Ibelin (Liam Neeson) del que termina heredando sus títulos y posesiones. allí se enamora de Sibylla, la hermana del rey. Todo parece ir bien pero tras un periodo de paz, Jerusalén será atacada por los musulmanes y arrebatada para siempre a los reinos cristianos. No obstante, Ballian encabezará una heroica resistencia de la ciudad para salvar al menos la vida de sus habitantes.

Como decía al principio, la primera vez que vi esta película le encontré muchos más defectos que virtudes. Entre ellos está el hecho de que se presenta a la mayoría del cristianismo como belicista y a las huestes musulmanas como un ejército pacifista que parece que no tuvo más remedio que masacrar a los cristianos para salvar el honor mancillado de Saladino. En concreto la escena en la que Saladino recoge un crucifijo caído y lo vuelve a colocar encima de una mesa (tras terminar el asedio de Jerusalén) me parece bastante partidista al tiempo que improbable históricamente hablando. En esta línea, el conflicto en general me sigue pareciendo una visión muy simplista e incluso tergiversada de la realidad, pero hay que entender que uno de los objetivos de la película es explicar el fracaso de las Cruzadas y desde este punto de vista la historia funciona.

Dicho esto, hay que aclarar también que la película presenta una temática religiosa pero sin embargo pocas conclusiones espirituales se pueden sacar de ella. A lo largo de toda ella están más presentes el odio, el rencor y la venganza que el mensaje de Jesucristo de amor a los enemigos. Es cierto que intenta reflejar una época y un contexto histórico bien definidos, pero el que el protagonista termine perdiendo la poca fe que tenía al principio de la película tampoco ayuda en exceso. La imagen de la jerarquía de la Iglesia de la época que deja traslucir el film suena a tópico, estando más preocupados por las cuestiones terrenales que por las espirituales, no existiendo un límite bien definido entre el poder terrenal y el poder espiritual. Ello puede ser asumido habida cuenta de que se reflejan los siglos más oscuros de la Historia de la Iglesia, pero extraña que no aparezca ni un solo personaje en la película preocupado de las cuestiones espirituales. Por lo demás es entretenida y con unos efectos especiales destacables, especialmente en el asedio de Jerusalén. Es en ese asedio en el que Ballian deja claro que la Religión le importa bien poco, únicamente intenta salvar la vida de la gente:

Balian de Ibelin: ¿El muro? ¿La mezquita? el sepulcro? ¿Quién tiene derecho? Nadie tiene derecho.
(alza la voz): ¡Todos tienen derecho!
Obispode Jerusalén: ¡Eso es una blasfemia!
Almaric: Cállate.
Balian de Ibelin: Defendemos esta ciudad, no para proteger estas piedras, sino a las personas que viven dentro de estos muros.

Espiritualmente, el único personaje aprovechable es el "hospitalario", un soldado algo resentido y desencantado de la vida y la religión. No obstante, deja algunas reflexiones interesantes como ésta:

Hospitalario: No le doy importancia a la religión. Con la palabra religión he visto que a la locura de los fanáticos de todas las denominaciones se llama la voluntad de Dios. La santidad está en la acción correcta y el coraje en favor de los que no pueden defenderse, y la bondad. Lo que Dios desea está aquí (señala la cabeza) y aquí (señala el corazón). Y con lo que decidas hacer todos los días, serás un buen hombre, o no.

En fin, una película que si se ve de manera distendida y sin entrar en excesivos juicios críticos históricos entretiene, sobre todo si como digo uno tiene la suerte de tropezarse con la versión extendida del director, la única que a mi juicio (y al de Ridley Scott) merece la pena.

Jaime Salado de la Riva
Crítica para Reflexiones cristianas: https://creoendios.blogspot.com/
jaime salado
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7
25 de abril de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La última película religiosa que pude ver esta pasada Semana Santa y que hoy comento fue Barrabás, película italiana que es sin duda uno de los máximos exponentes de las superproducciones de Cinecittà, si bien contó con el soporte técnico y artístico de Hollywood.
La película está basada en la novela del Premio Nobel de Literatura de 1951 Pär Fabien Lagerkvist, escritor sueco cuya obra más relevante es quizás esta. Se trata de un relato de ficción sobre la posible vida de Barrabás, aquel a quien el pueblo judío prefirió salvar en lugar de Jesucristo ante la oferta de indulto pascual de Poncio Pilato. Su eslogan "La película que comienza donde otras grandes terminan" resulta muy acertado, pues verdaderamente suponía un camino inexplorado y atrayente para una época en la que las producciones sobre la vida de Jesucristo comenzaban a ser ya muy abundantes y repetitivas.

El escogido por Dino de Laurentiis para dirigir el proyecto fue Richard Fleischer, quien ya contaba por aquel entonces con una dilatada experiencia tras las cámaras, teniendo además como carta de presentación en el cine de aventuras su éxito de 1954 20.000 leguas de viaje submarino.

El elenco de actores es también muy destacado, con Anthony Quinn (Barrabás), Vittorio Gassman (Sahak) y Silvana Mangano (Raquel) como sus exponentes más destacados. La música, decorados, vestuario y fotografía son bastante convincentes, si bien al no ser una película estadounidense no tuvo ningún reconocimiento en ese país. Destaca especialmente la escena de la crucifixión de Jesucristo, rodada en la Toscana durante un eclipse de sol real el 15 de febrero de 1961, con las dificultades que ello entrañaba. Creo que es también justo subrayar que parte del argumento y de la ambientación remiten sin duda a Quo Vadis o Ben Hur, rodadas ambas en la década anterior y de las que esta película tomó buena nota. Imagino que algo también hay de Espartaco, pero al ser de 1960 dudo mucho que se copiaran demasiados elementos, aunque es posible que sí lo hicieran de la versión italiana de 1953.

La acción comienza con el juicio a Jesucristo en la noche del jueves santo y la posterior liberación de Barrabás. A partir de ahí, de la mano de su amada Raquel, el protagonista presencia de primera mano los últimos momentos del Mesías: Vía crucis, muerte en el Gólgota, sepultura y resurrección. Ninguno de estos acontecimientos consigue cambiar la actitud del violento y licencioso Barrabás, como tampoco lo hará la injusta muerte de Raquel a manos de los mismos miembros del Sanedrín. Tras volver a realizar nuevos asesinatos, Barrabás es condenado sucesivamente a ser esclavo en unas minas de azufre de Sicilia, a trabajos forzados en el campo y a ejercer de gladiador en Roma, consiguiendo siempre esquivar a la muerte y salir airoso de las dificultades.

El análisis espiritual del film viene de la mano de su protagonista y de su evolución en la fe. Durante la mayor parte del mismo se presenta como alguien confundido, que no entiende porque en los planes de Dios estaba la muerte de su propio Hijo y su liberación. Barrabás no cumple la ley judía -es un asesino, pendenciero, mujeriego...- pero si se presenta como un creyente en un Dios protector. Esta duda existencial transe toda la trama, en la que Barrabás llega incluso a creerse inmortal o escogido por la divinidad para algo importante. De esa certeza interior es de donde saca fuerzas en los momentos difíciles de su existencia, si bien es cierto que a lo largo de toda su vida se niega a reconocer la figura de Cristo como el Hijo de Dios. Salvando las distancias, es lo que hoy conocemos como un creyente no practicante, con escasa conciencia de los propios pecados y una religiosidad interesada.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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7
18 de abril de 2022
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta Semana Santa he visualizado esa película que tenía bastante olvidada en mi colección de DVDs. Tan es así que creo que es la primera vez que la veo completa, y la verdad es que no me ha defraudado, aunque tiene sus luces y sus sombras, lo que la hacen acreedora de un comentario reposado.

Con un prólogo recitado por un narrador se da comienzo a una superproducción en Technicolor de 200 minutos que resume la vida de Cristo, desde su nacimiento en Belén hasta su ascensión a los Cielos. Su duración es relativa, ya que la versión original constaba de 260 minutos pero su poco éxito comercial hizo que se fuera recortando sucesivamente su duración, llegando incluso a existir una versión posterior de 141 minutos. No acaban ahí las peculiaridades de este título, ya que aunque la mayoría del mismo está dirigido por George Stevens, algunas escenas fueron rodadas por David Lean y otras por Jean Negulesco. Con veinte millones de dólares de presupuesto consiguió recuperar sólo dieciséis, siendo en este sentido un mal negocio para sus productores. Parte de ello se debe al excelso -y costoso- casting de la época, contando con lo mejorcito de Hollywood en papeles principales y secundarios: Max von Sydow (Jesucristo), Charlton Heston (Juan el Bautista) Telly Savalas (Poncio Pilatos), Angela Lansbury (Claudia Prócula), Sidney Poitier (Simón de Cirene) y John Wayne (Centurión romano) -entre otros- configuran una auténtica pléyade digna del mejor proyecto cinematográfico.

La película (a partir de ahora me referiré a la comercializada en 200 minutos) consta de dos partes desiguales, separadas por un interludio. La primera, de 130 minutos, abarca desde el nacimiento de Cristo hasta la la resurrección de Lázaro y la segunda (apenas dura 70 minutos, supongo que es la parte más recortada) transcurre desde la conspiración del Sanedrín para matar a Cristo hasta su Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión a los Cielos.

Vamos con las luces y sombras que comentaba anteriormente. Como aspectos más destacados hay que mencionar todos lo referente al ámbito técnico del la película, que no en vano fue acreedor de cinco nominaciones de la Academia: vestuario, decorado, efectos especiales, escenografía y BSO. Algunos planos son extraordinarios y muy adelantados a la época, grabaciones aéreas a las que Hollywood no estaba acostumbrada, pues los medios técnicos no lo habían permitido hasta esos años. La BSO de Alfred Newman, sin ser muy original (emplea varias piezas de música clásica) está muy conseguida, destacando la obertura, el Hossanna del Domingo de Ramos y -muy especialmente- el Aleluya de Hendel, empleado en las resurrecciones de Lázaro y del propio Jesucristo, clímax ambos de la primera y segunda parte respectivamente.

Como escena muy interesante espiritualmente me quedo con la de las tentaciones, en las que un personificado Satanás come ávidamente al tiempo que tienta a Cristo, que ha pasado cuarenta días en el desierto:

Ermitaño-Satanás: "Una larga subida, ¿no? Una subida larga y dura... Sabes, algunas personas piensan que toda la vida debería ser así, mmmm... ´Una vida fácil es una vida pecaminosa´. No es así, amigo mío... La vida de un hombre puede ser tan fácil como desee. Y puede ser fácil, amigo mío. Si uno conoce el camino al poder y la gloria en este mundo".

De manera original las tres tentaciones están cambiadas de orden, y como comentaremos luego no es esa la única licencia que se permite el director. Esta escena se une íntimamente con la enseñanza del Padrenuestro. En ella, el director ha añadido también intencionadamente una doxología final que no pasa desapercibida. Tras el "líbranos del mal" se añade "Porque tuyo es el Reino, tuyo el Poder y la Gloria por siempre. Amén". Esta coronilla, habitual en el padrenuestro protestante y anexada como respuesta del pueblo al de la misa católica, quiere resaltar que el Poder y la Gloria pertenecen a Dios y no a Satanás como él se había atribuido en la escena de la cueva.

Otra intuición genial referida a Satanás es la llegada a lo lejos de la patrulla que prende a Cristo en el Huerto de los Olivos. Su forma es claramente la de una serpiente que recuerda inmediatamente al espectador la figura del diablo. La simbología es extraordinaria.

Tampoco me parece menor la figura de Judas Iscariote, quien es presentado como un traidor "a medias", pues quiere que apresen a Jesús, pero no que le pase nada malo, ni mucho menos que lo maten. Fruto del ensañamiento de los romanos y del Sanedrín se produce su suicidio, un poco peculiar como veremos más adelante.

Por último, hay varias escenas con un estatismo casi inverosímil que añade mucha tensión al desarrollo de la trama. Esta rigidez de los actores en varias escenas, especialmente visible en la resurrección de Lázaro, en la Última Cena y la Crucifixión de Jesucristo creo que nos desvela que el film está más preparado para la contemplación religiosa que para un intento de contar los hechos de manera realista. En varios momentos el espectador tiene la sensación de que está contemplando un cuadro en el que solo un personaje se mueve mientras el resto permanece estático. Brillante, sin duda, aunque también arriesgado para el gran público.

Vamos ahora con los aspectos que menos me han gustado.

En primer lugar, uniéndolo a la última reflexión, considero que el doblaje está excesivamente teatralizado. No la he visto en V.O., por lo que no sé si en este sentido es fiel al original o es un exceso interpretativo de los dobladores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
jaime salado
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6
24 de octubre de 2021
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Como colofón a esta Semana Santa de 2021 he visto La Pasión (no confundir con La Pasión de Cristo, la obra maestra de Mel Gibson de 2004 de la que aún seguimos esperando la anunciada segunda parte), una miniserie británica de 180 minutos producida por la BBC y HBO que narra la última semana de vida de Jesucristo.

Con un director experto en series televisivas -el australiano Michael Offer- y un reparto también de actores eminentemente televisivos, la miniserie no desmerece su buena intención de mostrar una nueva perspectiva psicológica de los diferentes protagonistas de uno de los momentos más relevantes de la historia de la humanidad -sino el que más-. Eso sí, hija de su tiempo y del revisionismo histórico actual, el producto final acusa un excesivo feminismo y una ideología algo anacrónica en algunos puntos históricos. No obstante, como televisión moderna está bien trabajada; los vestuarios, la música y el escenario son más que dignos, y las referencias bíblicas son constantes, si bien hay que estar alerta a diálogos añadidos frutos de la invención del guionista. Por ello creo no es la serie adecuada para un primer acercamiento a esta temática, pero sí para una profundización en aquellos espectadores que conozcan bien los relatos neotestamentarios.

¿Qué imagen de Jesús se desprende de la serie? Ante todo, un Jesús humano, que llama "hermanos" a pecadores y prostitutas y que ha venido para traerles esperanza. Ello lo hace sin perder su misión divina salvadora ni su divinidad, ya que en todo momento parece conocer los planes del Padre aunque no los comprenda y le pida que le ahorre ese sufrimiento. En este sentido la miniserie es bastante respetuosa y fiel a los textos. Como curiosidad apuntar que no hay ninguna mención al demonio ni a Pentecostés y el Espíritu Santo. Otros detalles también se echan en falta, pero es cierto que es difícil comprimir en 180 minutos los cuatro relatos evangélicos sin dejar nada en el tintero.

La miniserie consta de 2 capítulos de 90 minutos, por lo que voy a comentar cada uno de ellos por separado ofreciendo unas pautas de interpretación:
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jaime salado
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