Sí, y también donde esté Paul Newman. Bueno, y Linda Fiorentino. Porque son ellos dos con sus excelentes interpretaciones los que elevan el nivel de una historia ya de por sí atractiva y simpática. Kanievska también contribuye con una correcta dirección y un buen ritmo narrativo, aunque anda escaso de lucidez a la hora de sacar partido (podría haber sido realmente hilarante) a la estancia de Harry en la residencia. Porque debe quedar claro, ante todo, que la película es una comedia (menos el auxiliar que roba en las habitaciones de la residencia, eso es una triste y dura realidad) y sólo entendiéndola desde ese punto de vista aceptamos inocentes la segunda parte de la misma. Serias y loables son, como ya dije, las interpretaciones de Newman y Fiorentino. Esta última, guapa a rabiar, nos ofrece toda la credibilidad del mundo con sus ojazos traviesos. Dulces o duros, según a quien quiera embaucar. Yo he caído en sus redes como un pichoncete.