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Voto de Ferdydurke:
2
5,7
2.524
Drama. Romance
Joan Stanley (Judi Dench) es una encantadora anciana que jamás ha levantado ningún tipo de sospecha… hasta que una mañana del año 2000 agentes del MI5 la detienen, acusada de proporcionar información a la Rusia comunista. Ha salido a la luz uno de mayores casos de espionaje del KGB y Joan es una de las sospechosas. Durante el interrogatorio Joan vuelve a recordar el año 1938, cuando estudiaba Física en Cambridge y se enamoró de un joven ... [+]
31 de octubre de 2021
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos...
Renacuajos. El fantasma de la materia.
Lamentable y grotesco folletín de espías; completamente superficial y absurdo, delirante y estúpido, muy tonto y muy flojo.
Normal que estemos así de mal, que el mundo sea una broma de tan mal gusto, de tres al cuarto, poco nos pasa teniendo en cuenta quien toma/ba las grandes decisiones sobre la vida y la muerte de millones de seres, su catadura moral y su cerebro de mosquito, qué desgracia la nuestra, por qué esos gerifaltes de tan poca monta nos mandan, tan abyectos y ridículos, de tan poco talento y con escasas luces, por qué escogen siempre a los peores.
Renacuajos. El fantasma de la materia.
Lamentable y grotesco folletín de espías; completamente superficial y absurdo, delirante y estúpido, muy tonto y muy flojo.
Normal que estemos así de mal, que el mundo sea una broma de tan mal gusto, de tres al cuarto, poco nos pasa teniendo en cuenta quien toma/ba las grandes decisiones sobre la vida y la muerte de millones de seres, su catadura moral y su cerebro de mosquito, qué desgracia la nuestra, por qué esos gerifaltes de tan poca monta nos mandan, tan abyectos y ridículos, de tan poco talento y con escasas luces, por qué escogen siempre a los peores.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Todo era banal y llevadero, poco más o menos, bonita de mirar e intrascendente hasta que esta tontaina pasa de decir claramente que no pese a amar tanto al otro, leo, a muerte, a de repente, en eso que la lumbreras o tal vez gran ceporra, tú eliges, se da cuenta, muy sorprendente, que las bombas tal vez por un casual igual hasta sirvan por un quítame allá esas pajas para matar a mansalva a tanta indiscriminadamente gente, la hermosa, ante la buena nueva, ante tan enorme descubrimiento, cae del caballo como pablo, los cimientos de su alma se le remueven o resquebrajan, y donde dije digo digo diego y ya si eso igual sí que se lo cuento todo al amado enemigo ruso, con pelos y señales, donde comen uno o dos, mucho mejor tres o treinta tres, es sano y conveniente que se entere la competencia, que lo sepa todo el mundo, que lo digan en la radio y lo publiquen en las novelas, para que haya equilibrio y entente, por eso yo me juego la vida mía y, ya de paso, la de todos los de mi alrededor, para que no se diga, es mi misión de concordia y amor, es la ocurrencia que tengo, mi magín que funciona a todo trapo, soy muy intensa. Y eso no es lo peor, que sí, que ya era mucho en cuanto a vergüenza y ridículo mayúsculo, sino que al final lo rematan de la más infame de las maneras, si eso fuera posible o cabe, con la explicación más aberrante que hayan visto los siglos y de la que me acordaré desgraciadamente hasta que muera, esa es otra, una excusa que ofende al mismo dios por inverosímil y lerda, qué afrenta, cuánta ignominia, que dice la vil traidora, la compulsiva mentirosa, esa tremenda jeta, la grande abuela nos suelta, y sin reírse un poco siquiera, ni con eso nos consuela, que en verdad de la buena nos salvó a todos, sí, ella baila sola, de la quema, al universo entero, consiguió la paz perpetua al revelar los más terribles secretos de anacleto al rival más directo, que fue dadivosa la bellaca, de hecho mal está que no le hayan otorgado todavía el prestigioso premio nobel de la paz si evitó la tercera guerra mundial que estaba en ciernes, a puntito de caramelo, gracias a su preclara idea, a su mucho valor, lucidez e ingenio, me temo, una visionaria de rompe y rasga al fin y al cabo esta atorrante anciana, qué pelma.
Y claro, tampoco hay que olvidar las pasiones gavilanescas que les ocupan, de mucho aúpa, esos dimes y diretes la mar de interesantes, como de marie claire, que convierten a estos seres en el club de la comedia, se cogen y se dejan con las explicaciones más peregrinas y por los motivos más chuscos, sin previo aviso, a lo que salga por antequera, dementes, esperpénticos todos, un retablo apocalíptico cómico de la trastienda de la historia protagonizada por los hombres y las mujeres más oligofrénicos que por allí encontraron de buenas a primeras, debajo de las piedras, y luego hablan de la solera de oxford y cambridge, de sus regatas, y me entra la risa floja, quemar después de leer se quedaba muy corta.
Y ese hijo abogado, lo que nos faltaba, dios mío qué pardillo, como los de los puentes de madison, oh mama mía, y esos investigadores tan finos y comprometidos sacados de no se sabe bien dónde, de cuál alcantarilla.
En fin, una película lobotomizada, fiel muestra de nuestra era.
Otra santa que echarnos al coleto, se nos salen por las orejas, rienda suelta, que la beatifiquen de una vez por todas, si en realidad era santa teresa.
Dench y Cookson lo hacen bien, son lo mejor junto a la fotografía repostería, el vestuario y toda la pesca chuchería, una postal agradable si no le miras el diente podrido, algún tipo de sentido.
Y claro, tampoco hay que olvidar las pasiones gavilanescas que les ocupan, de mucho aúpa, esos dimes y diretes la mar de interesantes, como de marie claire, que convierten a estos seres en el club de la comedia, se cogen y se dejan con las explicaciones más peregrinas y por los motivos más chuscos, sin previo aviso, a lo que salga por antequera, dementes, esperpénticos todos, un retablo apocalíptico cómico de la trastienda de la historia protagonizada por los hombres y las mujeres más oligofrénicos que por allí encontraron de buenas a primeras, debajo de las piedras, y luego hablan de la solera de oxford y cambridge, de sus regatas, y me entra la risa floja, quemar después de leer se quedaba muy corta.
Y ese hijo abogado, lo que nos faltaba, dios mío qué pardillo, como los de los puentes de madison, oh mama mía, y esos investigadores tan finos y comprometidos sacados de no se sabe bien dónde, de cuál alcantarilla.
En fin, una película lobotomizada, fiel muestra de nuestra era.
Otra santa que echarnos al coleto, se nos salen por las orejas, rienda suelta, que la beatifiquen de una vez por todas, si en realidad era santa teresa.
Dench y Cookson lo hacen bien, son lo mejor junto a la fotografía repostería, el vestuario y toda la pesca chuchería, una postal agradable si no le miras el diente podrido, algún tipo de sentido.