No me extraña que Laura esté sola con las parrafadas que suelta ¡cualquiera la aguanta! Más de una hora de monólogo incesante contándonos lo loca que la vuelve su amante, y justificando que le haya puesto a su novio más cuernos que el toro que mató a Manolete. Toda la película es así, con la chica desnuda o fornicando, sin sexo explícito, ella hablando en off, y algún diálogo fugaz.

La estética está copiada de las películas eróticas americanas de los años 90, que para mi gusto es de lo más insípida. Prefiero las comedias de Esteso y Pajares, o los experimentos de Jesús Franco, porque el problema de esta película es que apenas hay historia, no hay un argumento. Si no hay nada que contar, y sólo hay sexo no explícito ¡para eso mejor veo un vídeo porno!