Hemos tenido suerte porque nos hemos topado con una peña no muy escandalosa; casi todo eran madres y padres con sus hijas e hijos, chavales pequeños la gran mayoría, de modo que la sesión ha sido amena. Eso sí, la próxima vez le toca escoger a ella. Lo justo.

Pero... aunque el ambiente fuera cómodo, eso no ha sido suficiente para poder darle el aceptable visto bueno a una propuesta monótica y escasa en su planteamiento narrativo no muy golosa en sus batallas de las que esperaba, tan sólo, un poco más si no invirtiera tiempo en cuestiones completamente descartables y de las que no aportan nada a la nueva aportación de este 'monsterverso', del cual, su nudo no es del todo convincente.

La mayor errada que he apreciado viendo Godzilla vs Kong, a parte de lo comentado hasta hora, es un innecesario y aderido parecido en lo referente a sus efectos especiales más propios de otras franquicias desembocadas de la peor manera por sus responsables, similitudes y secuencias incluso calcadas de otros frentes que están a la orden del día. Sobretodo en el streaming. Vaya, qué nivelazo.

El tema es, que se pierde mucho tirando piedras por un sendero del que no extrae ningún partido, y me veo en disposición de afirmar, que su conclusión no es la esperada ni siquiera por los más adeptos ha éste subgénero flagelado que encuentra un sumergible más estable en producciones de bajo costo. Por suerte las peleas duran y (aunque lo justo) sirven como mero anzuelo comercial para quienes buscan un pasaratos cargado de adrenalina y de la cuál, en mi opinión, falta más festival y menos rollos paternofiliales.

"La isla calavera" dejaba claro en su visita en cines lo que realmente hemos esperado siempre con estos sucedáneos que aspiran únicamente a alcanzar cierta cifra dentro del mercado disponible, a mi juicio, con la que mejor me lo pasé, pero por desgracia, semejante empaque no siempre ve la luz cuando la demanda grita a los cuatro vientos una bocanada de originalidad y puesta en marcha de artillería enlocada que es como mejor funciona, en estos casos, el audiovisual a exhibir.

Aunque, me temo que la propuesta actual, es una puerta sin candado y sujetada por... nosotros mismos, que seguirá explotando futuros apaños para seguir contentando a la gente y ampliar el armario económico.