Se pueden poner mil pegas a la película, argumento trillado y mil veces visto basado en el archiconocido sueño americano, realización aséptica sin ninguna marca de autor, intención de lacrimeo clarísima, etc... Todas justificadas. No vayas a verla si esperas cine auténtico, una historia que remueva tus entrañas hasta dejarte exhausto o un film artísticamente sorprendente. La película es lo que es, conociendo los trabajos anteriores de Ron Howard no te verás sorprendido.
Además se pueden sacar algunas cosas positivas, sobre todo en las interpretaciones, Russell Crowe está que se sale. A pesar de su larga duración la película no cansa y se ve muy bien.

PD. Si no aguantas el boxeo, no vayas, lo pasarás mal.