Terminator Salvation, es una de esas películas que te dejan con cierta incertidumbre, navega entre lo esperado y la decepción, entre el espectáculo y el vacío. Ser la cuarta entrega de una saga es un escollo importante, en cuanto es difícil añadir algo nuevo y, sobre todo, vivir a la sombra de las dos primeras partes, ambas son ya leyenda y, sin duda, obras de culto. La primera sorprendió por su originalidad, la segunda era una nueva revisión puesta al día en cuanto a presupuesto y efectos especiales, incluso la irregular tercera parte tenía un final de los que dejan huella, recuerden la frase final: ¿quién esta ahí? y la escueta respuesta: Soy John Connor. Esta última entrega adolece de un guión bien trabajado, de cierta profundidad, falta también la guerra total que todos esperábamos, ejércitos humanos contra ejércitos de Terminator, en ese sentido la película es menos espectacular, aunque los efectos especiales sean extraordinarios. En algunas ocasiones recuerda más a "Mad Max" que a una entrega de "Terminator". Los actores, en general, están aceptables y hay personajes interesantes, el de Marcus intriga a medias y el de el padre de Connor está verdaderamente logrado.