Haz click aquí para copiar la URL
España España · Santa cruz de tenerife
Voto de Jack Torrance:
9
Ciencia ficción. Romance. Drama En un futuro cercano, Theodore, un hombre solitario a punto de divorciarse que trabaja en una empresa como escritor de cartas para terceras personas, compra un día un nuevo sistema operativo basado en el modelo de Inteligencia Artificial, diseñado para satisfacer todas las necesidades del usuario. Para su sorpresa, se crea una relación romántica entre él y Samantha, la voz femenina de ese sistema operativo. (FILMAFFINITY)
31 de agosto de 2020
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al ver esta película he sentido una premonición, como si de pronto un Hermes venido del mismísimo monte olimpo me hubiera dicho lo que va a pasar en un futuro o, sin ir mas lejos, lo que ya está pasando en el presente. Las emociones se reinventan con el paso del tiempo porque tanto la naturaleza como la sociedad que está inserta en esta sufren variaciones promovidas por el humano.
¿Quién le iba a decir a un informático en los años 60 que en un futuro cercano sus discípulos iban a crear un software que cambiaría no solo las reglas del mercado, sino también las del humano?
¿Es posible que una persona que haya vivido en un mundo socialmente digitalizado durante la mayor parte de su vida considere que antes de su concepción por la sociedad existía una donde el trato cotidiano con el ordenador era algo secundario?
Esas dos preguntas nos llevan a una tercera, ¿desde cuándo la relación que mantenemos con las máquinas se ha desviado a una relación de dependencia total? No solo con el ordenador, sino con cualquier aparato lo suficientemente inteligente como para hacernos pasar el rato y mantenernos ocupados hasta creer que eso es lo único que hay en el mundo.
Y finalmente, tras esa última pregunta, llega la verdadera cuestión, ¿tiene una relación romántica con un sistema operativo cabida en la actualidad? En primera instancia pensaríamos que no, porque hoy en día no se ha creado ninguna IA que pueda imitar tanto las interacciones humanas como sus emociones (la siri del iphone sería lo máximo, pero está muy limitado por unos códigos que no le permiten trascender socialmente), pero cuando en un futuro se cree una máquina capaz de imitarnos a todos los niveles, ¿no existiría la posibilidad de que cayéramos en un romance confuso donde nuestras emociones llegarían a un máxime en cuanto a adaptabilidad?
El ser humano ha demostrado que puede crear emociones y adaptarlas a cualquier situación. Solo tenemos que reflexionar sobre el concepto “amor” para darnos cuenta de que no hay nada más relativo que eso, pues a fin de cuentas el amor es una amalgama de recuerdos y momentos interconectados que se proyectan en la mente cuando recordamos a alguien… o a algo. Así pues, podemos definir el amor como un sentimiento abstracto e inmaterial, como un pensamiento efímero que surge tras habernos deleitado con un momento donde demostramos que queremos a alguien… o a algo.
Llegados a este punto, solo resta mencionar la esencia de la película para encontrar una similitud plasmada en una historia ficticia.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Jack Torrance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow