Han pasado diez años desde su accidental y fugaz romance en Viena y aquella simpática pareja se vuelve a reencontrar en París "casualmente". Prometieron volverse a ver en Viena seis meses después de su primer encuentro, pero no lo hicieron. Ya no son tan jóvenes, han cabalgado a lomos del tiempo y cada uno ha seguido su camino. ¿Qué habrá sido de ellos? ¿De qué hablarán? ¿Querrán hablar?

Richard Linklater recoge el guante y yo no sé cómo lo hace, pero vuelve a deslumbrar desde la sencillez y el cariño por estos chicos con una nueva obra entrañable. Y no es que cambie la fórmula, ha cambiado la situación. Ellos lo saben, nosotros lo sabemos, pero ¿qué hay de los sentimientos? Poco ha poco se irán desvelando los enigmas y volveremos a enamorarnos de Celine y Jesse en este magnífico film.

Me reservo el visionado de la tercera entrega para una ocasión muy especial.
(Atención a los planos secuencia y al gran trabajo actoral)