Drama sobre alcoholismo y deporte, cómo el segundo puede ayudar, o no, a superar la adicción al alcohol y cómo ese mismo deporte puede llevarte, mal encauzado, a esa adicción.

Ante todo, la historia sobre el problema de alcoholismo de una antigua gloria del baloncesto local es mucho más interesante que la del equipo perdedor, sin futuro ni metas, que es zarandeado por la llegada de un entrenador que ve algo en ellos que nadie vio hasta el momento. Esta segunda historia está más manida y tampoco aporta su desarrollo grandes cosas, muy al contrario que la historia del hombre atormentado que busca evadirse de todo delante de la barra de un bar. Estremece la escena en la que van desapareciendo cervezas de una nevera repleta y cómo su ingesta va transformando al hombre cabal en un títere patético.

Sí hay que valorar la interpretación de Affleck, mucho más creíble que en otros papeles en los que su ausencia de registros debilita muy mucho sus intervenciones.

Una película que se ve con interés aunque no pase a la historia de los dramas deportivos o de adicción.