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Voto de Luis Guillermo Cardona:
4
Acción. Thriller Es Navidad. El teniente John McLane, de la policía de Los Ángeles, espera en el aeropuerto de Dulles, Washington, la llegada de su esposa. Pronto observa que algo raro sucede en la terminal, viéndose obligado a luchar contra unos mercenarios terroristas que toman por la fuerza la torre de control del aeropuerto y amenazan con hacer que se estrellen numerosos aviones por falta de combustible si no se atienden sus exigencias... (FILMAFFINITY) [+]
7 de febrero de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El gran éxito alcanzado por “Die Hard”, animaría de inmediato a los productores a continuar con la franquicia y sirviéndose, esta vez, de la novela “58 minutos” de Walter Wager, que espero sea mejor que la película, se puso de nuevo en manos del guionista Steven E. de Souza, quien, en compañía de Doug Richardson, hizo lo que pudo para repetir los mayores aciertos del filme anterior… pero sin lograr gran cosa, porque, cuando no se piensa en algo original con aroma a arte, lo que sigue huele a mercancía, y la Inspiración, que reclama siempre una alta ética, (y que es bien diferente al manoseo del arte) ya no se congracia con el nuevo intento.

Se cometió, además, el gran error que suele ocurrir en estos proyectos cinematográficos: Se buscó a un director (distinto a John McTiernan), con otra visión de la vida (que aquí luce vulgar y morbosa), y con otra forma de hacer cine que lo lleva a centrarse mucho más en la acción (¡hasta el cansancio!) y menos en la esencia humana que fue lo que más atrajo –incluso a algunos inconscientemente- de la primera entrega.

La fórmula es la misma: En navidad, Holly, la mujer del policía John McClane (ahora al servicio del departamento de policía de Los Ángeles) está de nuevo en peligro porque ¡otros terroristas! tienen en jaque a un aeropuerto para rescatar a un dictador… y al verse rodeado de incompetentes entre la policía aeroportuaria y de dobleces entre las líneas del ejército, McClane -con unas pocas ayudas-, deberá cargar contra los avanzados planes que tienen el coronel Stuart y sus secuaces.

A bordo, estará el impertinente periodista, Dick Turner, ¡listo para empantanar la situación!; el sargento Al Powell y otro afroamericano, serán el apoyo informático de McClane… y el resto serán balaceras, explosiones, multitudes que van… vienen… y corren… y McClane acabando con sus enemigos con unas maneras -Harlin style- que dan ganas de vomitar.

Con un Bruce Willis, mucho menos simpático que en la aventura anterior; una Bonnie Bedelia dispuesta a saciarse de nuevo con el sensacionalista petimetre cuando por fin se entere de sus andadas; y con un Dennis Franz que hará ‘el show de la imbecilidad’ como el jefe de la policía aeroportuaria, al reparto se añadirán nombres de gran crédito como Franco Nero, quien tendrá el liviano rol del dictador fascistoide al que se pretende rescatar; John Amos será el empoderado mayor Grant; y William Atherton, como el Coronel Stuart, será la cabeza de una operación que se convierte en la enésima versión de aquellas viejas catástrofes llamadas “Airport”.

Cuando el cine se fabrica como los espaguetis, quizás haya consumo por hambre o por el simple afán de llenar un vacío, pero en ningún momento, habrá complacencia de la mente o del espíritu. Y así no debe ser.

Título para Latinoamérica: “DURO DE MATAR II”
Luis Guillermo Cardona
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