Una de las mejores películas que he visto de las nominadas a los Oscar. Un guión basado en hechos reales muy interesante, con muchas aristas y puntos para tener en cuenta, además no es una trama en la cual se vivencia enteramente la guerra, la historia se divide en dos partes, una primera en la que se cuenta la lucha y la tenacidad del protagonista para enfilarse como soldado-médico en la segunda Guerra Mundial, el solo quería ejercer como médico y no empuñar un arma, el ambiente del ejército le hace difícil sostener su decisión, además narra un drama familiar. La segunda parte ya transita la guerra en si misma, en la batalla de Okinawa (Japón) y aquí se desarrolla la crudeza de la guerra y las escenas dan pie al nombre del film. Me gustó el hecho de que Mel Gibson no mostrara tanta sangre, logró un largometraje medido, no ahondando solamente en la dureza de la batalla. También la fe en Dios es muy fuerte en todo momento. Una gran película. Imperdible.