Sabiendo a ciencia cierta que el público objetivo es adolescente, edad comprendida entre los 14 y 40 años, y que por el ocio electrónico de hoy en día, el último libro que tocaron, que no leyeron, fue uno con dibujitos y letra grande, los ingredientes para esta receta han de ser fácilmente digeribles y con una presentación divertida:

- Dos cucharadas de TETICUL: A esta edad, las hormonas están revolucionadas, un poco de teticul para que luego se alivien en casa con una sonrisa en la oscuridad de su cuarto.
- Una pastilla de CALDO de GALLINA: Un par de personajes de carne y hueso para dar algo de realismo al guiso aunque pronto podremos preparar alguno sin este recurrido y falso ingrediente.
- No añadir ARGUMENTO: Proponer alguna reflexión podría ser hasta peligroso en una mente tan virgen. No hay capacidad de razonar exposiciones sencillas. Evitarlo como el picante.
- BATIR Mucho: Desorientación total en escenas de acción y planos milisegúndicos. Así parece que hay mucho que ver y se da sensación de movimiento a lo puro estático.
- MUCHAS PATATAS: Dos horas y media de duración. Les llenamos el estómago con patatas, creando la sensación de que el precio es barato. Esta estrategia es robada de las hamburgueserías.

Con estos sencillos pasos, llenamos el restaurante, el público disfruta como enanos y si no se indigesta mucho volverá a por más. Tenemos que tener cuidado de no pasarnos algún paso de la receta.

Le doy un 1, puesto que aunque el alimento es sabroso, tiene una apariencia que entra por los ojos y es de fácil y repetitivo consumo, no deja de ser pura mierda. ¿A qué sí? ;)