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Estados Unidos Estados Unidos · Nueva York
Voto de Harold Angel:
2
Terror. Fantástico Carol Anne ha sido enviada a Chicago a vivir con sus tíos para protegerla del malvado reverendo Kane, y vive ahora en un enorme edificio. Pero una sesión de hipnosis a Carol Anne hace que Kane vuelva a por ella... y tomar posesión de todo el rascacielos. (FILMAFFINITY)
23 de octubre de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En vista del éxito de la segunda entrega otros productores quisieron exprimir al máximo la gallina de los huevos de oro con una historia que ya no daba para más. La trama resulta aburrida y reiterativa, de nuevo Carol Anne volverá a contactar con el reverendo Kane que la necesita para que le ayude a ir hasta la luz. (Pobre hombre echadle una mano y así os dejará en paz de una vez por todas). La joven vive ahora con sus tíos en la gran ciudad.

Toda la historia se desarrolla en el interior de un moderno rascacielos en el que comienzan a suceder los fenómenos extraños que Kane provoca para hacerse con Carol Anne. Una vez capturada sus tíos tratarán de salvarla con la ayuda de la medium enana y se pasarán media película gritando Carol Anne, Carol Anne. En el reparto encontramos de nuevo a la actriz Zelda Rubinstein que volvió a ser nominada al razzie a la peor actriz del año. Su verborrea pseudo psíquica raya demasiado, no dice más que paridas que resultan risibles. Tom Skerritt y Nancy Allen son dos buenos profesionales pero sus diálogos como les ocurría a Graig T. Nelson y JoBeth Williams en la segunda parte, son absurdos. También aparece una joven y casi irreconocible Lara Flynn Boyle.

Los sustos son efectistas y se aprovechan del juego que dan la multitud de espejos que hay en el rascacielos. Los efectos especiales ya no son obra de Richard Edlund debido a un ajustado presupuesto que tampoco permitió contar con la presencia del compositor Jerry Goldsmith, en este sentido la banda sonora es muy mala. En definitiva las dos secuelas de Poltergeist son totalmente prescindibles.
Harold Angel
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