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Argentina Argentina · Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Voto de El Golo Cine:
9
Serie de TV. Drama Serie de TV (2018-2023). 4 temporadas. 39 episodios. Serie que sigue a la disfuncional familia del magnate Logan Roy y sus cuatro hijos, que controlan una de las empresas de medios de comunicación y entretenimiento más importantes del mundo. Los problemas llegan cuando se plantea quién será el sucesor del patriarca. (FILMAFFINITY)
18 de diciembre de 2021
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
La tercera temporada de Succession se mantiene al nivel de las anteriores y consagra a la serie como una de las mejores de su época. Los tan millonarios como miserables personajes continúan enfrentándose para intentar ganar control sobre Waystar, una empresa gigante en decadencia.

Por Nicolás Bianchi

Si el siglo XX fue el de las guerras y los grandes liderazgos políticos, el XXI, comenzado poco más de una década después de la caída del Muro de Berlín, quizás sea el de los empresarios que viven como estrellas. Antes existieron Henry Ford o Rockefeller y tantos otros, pero quizás no con el estatus de celebridad, para bien o mal, de Gates, Jobs, Bezos, Zuckerberg o Musk. Una lectura posible de Succession es la de una mirada corrosiva sobre ese mundo mega elitista en el que jóvenes ricos aburridos se tiran entre sí con tuits en vez de balas.

El dinosaurio en la selva es Logan Roy (Brian Cox), el padre y fundador de la compañía que sus hijos quieren arrebatar de distintas formas desde su ACV en el primer episodio de la primera temporada. Aquí todo comienza donde se había detenido un año atrás, cuando el conflictuado Kendall (Jeremy Strong) se constituyó en acérrimo rival de su padre. El desastre pende sobre la cabeza de la compañía y sobre varios de sus altos mandos, como Tom Wambsgans (Matthew McFayden), el mejor personaje secundario de la mejor serie de 2021, quien teme terminar visitando la cárcel por los abusos sexuales ocultados por una compañía de cruceros que él había dirigido.

El creador y guionista de la serie Jesse Armstrong provee a cada una de estas desagradables criaturas con un arco narrativo que luego encaja en el gran rompecabezas general como una pieza más. Así, Romulus (Kieran Culkin) es el pervertido sexual que tampoco da la talla para suceder a su padre y Siobhan (Sarah Snook) es intelectualmente brillante, y por kilómetros superior en ese aspecto a sus hermanos varones, que en parte es dejada de lado por ser mujer y en parte carece de la malicia necesaria para saltar ese obstáculo.

Resta mencionar a los secundarios que son una sátira en sí mismos. Connor (Alan Ruck), un perfecto inútil que busca infructuosamente que su familia lo apoye en una imposible candidatura presidencial, no es más que una burla a la reciente transformación del Partido Republicano. Greg (Nicholas Braun), a su vez, es el primo lejano que busca una posición de privilegio en la empresa. Es el juguete personal de Tom, y juntos componen escenas grotescas e hilarantes, y también el último refugio de alguna posible empatía con alguno de los personajes de la serie. Pero no, por más torpe, víctima de bullying e ingenuo que sea Greg es tan solo una versión más tonta de la misma mezquindad que encarnan todos los demás.

Otra marca de la serie que aquí se repite, y que sigue funcionando de maravillas, es la progresión de la historia a partir de grandes eventos como reuniones de accionistas, cumpleaños o casamientos en los que todos los personajes están involucrados e intentan desplegar su juego. El capítulo 7, titulado Too Much Birthday, en el que Kendall celebra su cumpleaños número 40 es, sin dudas, una de las mejores horas de la ficción pensada para televisión en los últimos años.

Sin dejar nunca de ser completamente dinámica y atrapante, Succession es también una mirada ácida, a extremos inéditos, de la realeza del siglo XXI, los mega millonarios que se piensan a sí mismos como revolucionarios y en los que la serie personifica las bajezas más profundas de la condición humana. Esos pequeños comentarios están presentes sobre todo cuando mínimamente intervienen los personajes del común, o sea los empleados de alto nivel, ejecutivos y asistentes que llevan también una vida dispendiosa pero que no pertenecen, por una cuestión de sangre, al círculo que toma las decisiones.

Aunque los caminos etimológicos suelen ser menos lineales, Roy, el apellido de la familia protagonista, suena muy parecido a rey en castellano y ‘roi’ en francés. Lo que muestra la serie bien puede ser entendido como la vida del rey Logan y su corte, en la que se mezclan familiares, empleados y vasallos. Los otros nobles de la tercera temporada son el accionista interpretado por Adrien Brody y el magnate creador de una empresa tecnológica que personifica Alexander Skarsgaard. La cumbre de la sociedad, parece señalar la serie, está siempre compuesta por seres que son o se volvieron miserables, como príncipes que declaran guerras que luego no pueden sostener, reyes impiadosos y herederos que, aburridos, envían fotos de su propio pene a mujeres que no las pidieron.

Se estrenó en HBO Max. Contacto: [email protected].
El Golo Cine
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