No la vi en el cine en su día y menos mal. La tenía pendiente, así que esta Semana Santa, tras volver a ver y disfrutar la versión canónica de 1959, me he atrevido con esto y... Madre mía. No es mala, es lo siguiente. No hay comparación posible.

Si la escena del caballo que trepa y cocea en el graderío cual Mihura descontrolado es ridícula y canta a truco digital de CinExin por todos lados, la "batalla naval" con galeras que parecen ir dotadas de motores turbo no se queda atrás, por no hablar de absurdos como que un general romano nombre "capitán" a Mesala (¡capitán en una legión romana! ¿Dónde se documentaron los guionistas?) o que el hijo de un ciudadano romano (que por mucho que hubiese traicionado a César nunca habría sido "crucificado" como dicen en la peli, sino decapitado o simplemente asesinado) fuese "adoptado" oficialmente por un judío...

En fin, infumable. Basura cinematográfica.