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Voto de floïd blue:
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Intriga
Martin Bishop, un genio de los ordenadores, es el líder de un grupo especializado en el mantenimiento de los sistemas de seguridad de grandes empresas. Un día se ve obligado a trabajar para una agencia secreta que le encarga el robo de una caja negra. Pronto averigua que esa caja tiene la capacidad de decodificar cualquier sistema de encriptación y que la agencia que lo ha contratado no es estatal.
28 de octubre de 2020
7 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Queda lejos Los tres días del Cóndor (1975) con ese principio en el que Robert Redford, agente encubierto dedicado a leer libros encriptados, sale a comprar el desayuno a los colegas en un momento crucial. Pues aquí quedaría demostrado que este tío nació con suerte. Dicen algunos que la suerte hay que buscarla, y yo digo que no, si la buscas, se irá corriendo de tu lado. La suerte es caprichosa y si la rechazas es cuando puede que te tire de la manga.
Estos "Sneakers" tiene mucho aún de película de los 80: El inicio de los ordenadores con los signos verdes fosforitos en pantalla negra y los casetes, y lo otro es el tema que se traían los espías con los decodificadores de claves secretas. Y luego, los pasadizos de los ventiladores de aire, el juego que han dado de siempre. Cuando los ves de verdad, hasta un pájaro tendría que recorrerlos agachando el pico y con las alas recogidas, pero en las películas es que hasta te puedes sentar y echar un pitillo.
Sneakers estaría bien si se hubiera llevado seriamente, pero entonces no sería Sneakers y los colegas hubieran permanecido todo el rato sentados sin hacer nada, así que optaron por añadir el resto de las situaciones que se suelen dar en estas películas, con algún toque de humor. El resultado es simpático y con intriga, pero hay que tragar con ruedas de molino en algún pasaje. Lo bueno es estar viendo a Robert Redford empeñado en hacer creíble su papel; a un extraño Sidney Poitier que parece que lo han prestado de otra película, a Dan Aykroyd con su sempiterno buen humor, y a Ben Kingsley en un papel algo difuso, que no se sabe bien de qué va. No obstante, muy bien su trabajo.
No es una película de espías. Es una película de humor, de colegas, bastante ochentera y con intriga llevadera. La verás y no la descalificarás.
Estos "Sneakers" tiene mucho aún de película de los 80: El inicio de los ordenadores con los signos verdes fosforitos en pantalla negra y los casetes, y lo otro es el tema que se traían los espías con los decodificadores de claves secretas. Y luego, los pasadizos de los ventiladores de aire, el juego que han dado de siempre. Cuando los ves de verdad, hasta un pájaro tendría que recorrerlos agachando el pico y con las alas recogidas, pero en las películas es que hasta te puedes sentar y echar un pitillo.
Sneakers estaría bien si se hubiera llevado seriamente, pero entonces no sería Sneakers y los colegas hubieran permanecido todo el rato sentados sin hacer nada, así que optaron por añadir el resto de las situaciones que se suelen dar en estas películas, con algún toque de humor. El resultado es simpático y con intriga, pero hay que tragar con ruedas de molino en algún pasaje. Lo bueno es estar viendo a Robert Redford empeñado en hacer creíble su papel; a un extraño Sidney Poitier que parece que lo han prestado de otra película, a Dan Aykroyd con su sempiterno buen humor, y a Ben Kingsley en un papel algo difuso, que no se sabe bien de qué va. No obstante, muy bien su trabajo.
No es una película de espías. Es una película de humor, de colegas, bastante ochentera y con intriga llevadera. La verás y no la descalificarás.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Hay varias cosas pero lo que No entiendo es que un trabajador (diseñador de juguetes), que se supone que lleva ya un tiempo contratado, llegue a la empresa (que es una tapadera) y los guardias de la entrada no le conozcan. No le conocen, ni él tampoco los conoce. Me deprimen esos errores de guion. Si está yendo a trabajar todos los días tienen que conocerse por huevos, lo primero es que el primer día los tuvieron que presentar, además es que se verán a la entrada y a la salida, y seguro que irán a desayunar juntos en alguna ocasión, y alguna otra vez hablarán de fútbol o lo que sea. Es impepinable. Yo no sé... ¿Me estaré volviendo muy exigente?