Una entretenida película que comienza como una oferta intrigante y sugestiva, para dar luego lugar a un thriller lleno de acción, agresividad e intensidad.
La idea es interesante en su premisa, la primera parte del filme da rienda suelta al suspense. El misterio de la desaparición está bien trabajado, hasta que luego el filme toma el carril propio del dinamismo del vértigo exagerado y sin tregua. La cinta no da respiro con una atmosférica partitura de Basil Poledouris que brinda oscuridad y caos al relato. Pero es una pena que no se haya explotado más la incertidumbre antes de dar lugar a las persecuciones y las violentas peleas. Eso sí, cuando hay acción, se agradece que esté tan bien tratada, inclusive en el sangriento desenlace.
A destacar el notable trabajo de Kurt Russell como esposo desesperado en la búsqueda de una pista del paradero de su esposa. Este trabajo logra como contrapeso otra aceptable interpretación de J.T. Walsh como despreciable antagonista sin escrúpulos. Así, el filme goza de sólidas actuaciones en este duelo y se carga de energía para entusiasmar a pesar de no tener tanta elaboración desde el guión.
En fin, una cinta sin muchas pretensiones mas que el entretener con simpleza y contundente efectividad, y lo más destacable es el pulso narrativo del director quien logra una pieza compacta de suspense-acción que no decae en vigor en ningún momento.
Eso sí, es indudable que la cinta recuerda y mucho al clásico de Spielberg “Duel”. Valga como homenaje si se quiere.