La parte de los ángeles

Muy simpática película estupendamente dirigida por el maestro Ken Loach, aquí con mucho más humor de lo habitual, y sin faltar las acostumbradas notas socio-políticos con que nos deleita y nos hace reflexionar.
Muy bien interpretada, hay momentos desternillantes a cargo de los entrañables personajes que conforman los "educados".
Brillantes diálogos y situaciones jocosas, hacen de este trabajo, otro buen ejemplo del buen hacer del amigo Loach, que siempre se supera o al menos trata, a pesar de que se pueda considerar esta cinta como menor. Craso error, pero bueno...

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Eso es lo que parece decirnos el director de este entretenido film Ken Loach. La magia del cine tiene eso que te hace reflexionar a la vez que disfrutas de una historia entretenida y que va sobre ruedas, en este caso, "La parte de los ángeles" lo hace, desde el minuto 1 del film hasta su último minuto es una historia a la vez que divertida enternecedora y reflexiva en el campo del amor de un padre por un hijo y la lucha contra los más antisociales instintos de una persona. Con un sonido y una selección musical fantástica, y de la mano del actor principal Roger Allam esta película te hará sonreír pensando que todo el mundo merece otra oportunidad más en la vida...¿Pero realmente esto es lo que nos quiere decir el director?. Juzguen ustedes mismos. (Eduardo Márquez)

Puntuación: 6,4 (Sobre 10)

Robbie, un joven de Glasgow (Paul Brannigan) es condenado a servicio comunitario por cometer varios delitos. Su novia está embarazada y las disputas con su suegro son permanentes. Cuando el trabajador social Harry (John Henshaw) le introduce en la cata de finos whiskys de malta, Robbie descubre una destilería en el cual albergan un raro whisky escocés por valor de miles de libras y proyecta un plan para cambiar su miserable vida...

Cuando el Whisky madura hay algo se escapa del barril y se evapora en el aire, se conoce como "La parte de los ángeles", y, pensándolo bien, es un título muy apropiado para la historia.
La película de Loach tiene sentido del humor y un delicado toque de ligereza. En este caso Loach pierde su acostumbrado cine social con tintes dramáticos y la película se convierte en una alegre travesura.
Todos los artistas tienen una entrega admirable y, en algunos casos, el trabajo excelente. Un talento que Loach ha mostrado en los últimos años, la habilidad en encontrar a estos jóvenes actores de calidad.

Un ligero y optimista cambio de ritmo de Ken Loach al que los fans no estarán muy acostumbrados, pero que nos ofrece una de sus películas más alegres hasta la fecha.

Un 6, me alegró el día.

Con retazos del más puro cine social, Loach hace suyo el humor, la crítica social y la ironía en esta película. Una historia que concentra mucho en su interior, Loach la desgrana en tono de comedia. Un guión desarrollado con acierto, con diálogos creíbles y cercanos (hasta diría actuales y logrados), aunque a veces puede llegar a pecar de previsible con bajones en la tensión narrativa, pero que soluciona acertadamente.
Los personajes son la base de una buena historia y aquí Loach los elige con acierto... divertidos y variopintos, lo que le da ese toque fresco a la trama (aunque podrían dar más de sí, el espectador queda satisfecho). Roger Allam es el alma de la película, creíble y con tesón, sale airoso y con nota.
Una historia positiva que no deja de esconder diversos planos de crítica social que el espectador se encargará de abrir a su gusto.

Para hacer buenas películas no hacen falta grandes presupuestos, ni grandes repartos, ni grandes efectos especiales. Solo esa "habilidad" que tiene el Ken Loach", por ejemplo, para coger una historia sencilla y original y contártela de manera entretenida. Y punto.
No es necesario enrevesar las cosas, la vida es mas sencilla.
Donde se ponga un buen whisky que se quiten los enólogos estirados que lo que hacen es escupirlo.