La parte de los ángeles

¡Ahora que no nos oye nadie!; yo, que soy un seguidor incorruptible e incondicional de Ken Loach y toda su obra, y también de su guionista Paul Laverty, encuentro en "La parte de los ángeles" un divertimento con poca profundidad; una película, viniendo de quien viene, que es más un jueguecillo que una apuesta seria y comprometida. Tal vez el hombre del grito cinematográfico, de la denuncia social, en estos días en que hasta los medios más conservadores atacan al sistema neoliberal, ha decidido relajarse, echarse unas sonrisas y mirar cómo, los que atacaban su militancia con la realidad, se enzarzan en disquisiciones que, según ellos, antes no tenían razón de ser.

La parte de los ángeles, para quienes sientan curiosidad por el título, es la cantidad de whisky que pasa del estado líquido al gaseoso, el que se evapora y acaba alegrando el espíritu a los seres alados que gustan de aterrizar sobre las nubes.
Los detractores del británico están de enhorabuena, ahora tienen la ocasión ver una de sus obras sin sufrir ese intenso tufo crítico que ahumaba sus blanquísimas conciencias, aunque el maestro, discretamente, aprovecha para burlarse de algunos aspectos de nuesta hipócrita civilización.
Lo que no tendría ninguna lógica es que quienes antes le acusaban de excesiva implicación social, condenaran al trotskista por perder la ocasión de hacer sangre en este preciso momento en el que, de manera oportunista y falsa, se apuntan al "chivateo solidario" hasta los meapilas y correveidiles del sistema, ¿verdad que no?.

Con cariño, hasta cuando le tiro de la oreja: ¡Ken Loach forever!

La parte de los ángeles es, sin duda, una película menor de Ken Loach, en el sentido en el que ni la trama tiene la elaboración de una de sus grandes ni apuesta, esta vez, por el compromiso social que suele ser el centro de sus temas, ya que aquí, aunque se trata de unos personajes "parias de la tierra", el tema queda diluido entre copa y copa de whisky, acabando sencillamente como telón de fondo.

No se entienda con lo anterior que estamos ante una mala película. En absoluto. Se trata de una historieta muy bien contada y muy bien llevada, una historieta encantadora y entretenida, pero una historieta a fin de cuentas. Muy lejos en ese sentido de películas como "Lloviendo Piedras", "La cuadrilla", etc...

Sin embargo, esta apuesta, más ligera que de costumbre, resulta completamente solvente. No es una de sus mejores películas, pero sin duda es recomendable.

Me habían hablado de esta película como "una comedia de Ken Loach". De Ken Loach es, no hay duda, pero de comedia no tiene mucho. Hay algunas escenas graciosas, pero en conjunto encontré más cómica "Buscando a Eric". Como aquella, "La parte de los ángeles" tiene un tono algo más optimista y desenfadado de lo habitual en el veterano director inglés. En este caso nos cuenta las peripecias de un grupo de jóvenes condenados a realizar trabajos comunitarios por haber cometido infracciones relativamente leves (una ladrona, un borrachín, un vándalo, y un matón que quiere dejar atrás la mala vida porque acaba de ser padre), y momentos humorísticos aparte, el estilo es el acostumbrado en el cine de Ken Loach: ambientación realista en barrios marginales, puesta en escena austera, diálogos que intentan ser veraces (y que durante casi todo el metraje lo consiguen), simpatía por lo que podríamos llamar "perdedores del sistema", crítica social, situaciones dramáticas que evitan (a veces por los pelos) el sentimentalismo, actores poco conocidos pero creíbles en sus papeles...como casi siempre en sus películas, hay un personaje "buenazo" (en este caso el encargado de supervisar al peculiar grupo en sus labores comunitarias), un personaje que intenta salir de la marginación, y una visión bastante negativa de lo que podríamos llamar "figuras institucionales" (los jueces, la policía). Tiene momentos dramáticos bastante potentes, tiene un punto de intriguilla, y tiene escenas más o menos cómicas que son quizá lo menos logrado de la película.
Si te suele gustar el cine de Ken Loach, esta también te gustará. Si no te gusta, no te molestes en verla. Y si eres de los que le tienen ojeriza, la ves y así te puedes quedar a gusto ofendiéndote y echando pestes de él y del "cine social" en general en esta u otras páginas de Internet.

Me ha sorprendido gratamente el guion, sencillo, pero muy bien desarrollado en que el que se mezcla los dramas cotidianos, en los que no parece haber ninguna salida junto con la comicidad de los personajes. Se me he hizo rápida, con buenos giros, y aunque al principio me parecía que no aterrizara con los personajes, luego va mejorando.
Interesante película, entretenida, con contenidos sobre la soledad, la familia, el futuro, pero sin bloquear el desarrollo de la misma. Me ha sorprendido Kean Loach, con una película más al uso, la historia no es muy diferente a otras, pero si más diferente a la carga política de Kean Loach, que también es interesante. Recomendable.

Abrimos la barrica y nos encontramos con una película con cierto olor a trainspotting y un regusto a misfits aún así es genuina y merece la pena catarla para poder valorarla.

Lo que aquí vemos a priori nos puede resultar familiar, pero eso no implica que falte originalidad. La forma de enfocar esta historia es nueva y diferente. No estamos ante actores consagrados como Ewan Mc Gregor pero sin embargo creo que demuestran su valía. Hay que hacer una especial mención para Paul Brannigan que cumple sobradamente y que demuestra aptitudes, creo que es un actor con mucho futuro.

Yo llegué a esta película por casualidad, pero a veces hay que aventurarse para encontrar perlas que de otra forma nos sería imposible encontrar, donde menos esperamos hay una buena película.

"Para llegar a sitios donde no has llegado hay que hacer cosas que no has hecho nunca"