La guerra de las galaxias

Por mucho que uno lo intente, hay veces que no puedes ignorar el bagaje que supone el recuerdo de algo que te encantó de niño, y que desde entonces no se ha desprendido de tu ser. Porque yo no vi “La guerra de las galaxias” de pequeño. Yo fui inoculado con “La guerra de las galaxias”, un virus que aún hoy día persiste en mi organismo, y del que parece no existir vacuna conocida.

La descubrí a eso de los 5 o 6 años en uno de aquellos desaparecidos cines de reposición, y aún recuerdo la sensación de que uno no quería irse jamás de aquel mundo increíble y fascinante de batallas estelares en las que todo era posible. Aquello que hasta entonces era producto exclusivo de la imaginación, logró plasmarse en una de las cintas más referenciales y capitales de la historia del cine, no tanto por sus valores intrínsecos como por su estratosférica influencia mundial. Siendo objetivos, es una simple y maniqueísta historieta de buenos contra malos, enmarcando una fábula de princesas y caballeros con toques de western en un contexto de ciencia ficción. Pero la magia de sus carismáticos personajes, batallas, naves estelares, el concepto de la fuerza, etc. conforman un conglomerado irresistible para los que aman la aventura con mayúsculas. Tantos momentos inolvidables que alimentaron las fantasías de millones en los que me incluyo: los títulos de crédito iniciales, el asalto a la nave de Leia, Vader, las tropas imperiales, R2 D2 y C3PO, Luke frente a la puesta de los soles con la BSO de John Williams (los pelos como escarpias), Obi Wan Kenobi, los moradores de las arenas, Mos Eisley, Han y Chewacca , el rescate en la estrella de la muerte, Vader vs Obi Wan, la batalla final con las naves…

Parece mentira que la dirigiera George Lucas vistos otros productos suyos más recientes. Y que no me vendan la moto de que “la historia estaba incompleta” y que en realidad era el episodio 4, como ponía después de aquello de “Hace mucho tiempo en una galaxia muy lejana”, porque esta tríada original se aguantaba muy bien sola sin indignos remaches como los mal llamados episodios 1, 2 y 3. Pero bueno, volviendo al tema que aquí nos atañe ¿Es que alguien quiere encontrarle algo malo a “La guerra de las galaxias”? ¡Hasta sus defectos devienen virtudes por lo entrañables que resultan! Y era sólo el principio de una trilogía de obras geniales, destinadas a cambiar para siempre el sentido del cine de aventuras, la concepción del espectáculo cinematográfico y la infancia del que esto suscribe. Inolvidable.

Es una Obra Maestra del Séptimo Arte, una de esas películas que son imprescindibles de ver antes de morir. Pero no solo por la película en sí, porque admitámoslo, la historia tampoco era nada nuevo (Y sé que esto es tirarme piedras sobre mi propio tejado, porque soy fan de Star Wars desde los siete años, pero hay que ser realista). Es la forma de contar la historia y todo ese Universo que tiene vida propia y surgió de la mente de George Lucas.
Es el hecho de que en 1977, el mundo occidental pasaba por una gran crisis; Estados Unidos acababa de perder la guerra contra Vietnam, Europa seguía dividida y aunque la Unión Soviética también estaba empezando a perder fuerza como potencia económica aún quedaban varios años de Guerra Fría y en medio de todo, España estaba pasando por un año crucial para la transición democrática, estaba saliendo de una larga dictadura que duró casi 40 años.

Esta película se estrenó en un momento clave, un momento en el que la gente necesitaba volver a soñar y tener una visión más positiva de todo lo que pasaba en el mundo en aquel momento. No es casualidad que su segundo título sea "Una nueva esperanza". Lo que se me hace bastante raro es ver esta película y ver "THX 1138" y saber que ambas fueron dirigidas por George Lucas.
"THX 1138" es una película buena, pero su visión del mundo es mucho más oscura, seria y cercana a la realidad que la que ofrece "La guerra de las galaxias".

En España e Hispanoamérica, Star Wars es conocida como "La guerra de las galaxias", aunque la traducción correcta sería "Guerras estelares", supongo que lo tradujeron así para que el nombre fuera más memorable.

La película en sí tiene un diseño de producción espectacular, y aunque solo contó con un presupuesto de 11 millones de dólares, estos se pueden ver en todo su esplendor en la pantalla.
Los efectos visuales crearon escuela y se convirtieron en una referencia en el mundo del cine, el trabajo de stop-motion que se realizó para las distintas naves espaciales y otros transportes y máquinas fue una labor impresionante y se puede apreciar mucho en las batallas espaciales.
El diseño de las naves es genial, las maquetas y juguetes que se emplearon para el film fueron tratadas con gran realismo, y no se llegan a ver falsas en ningún momento. El vestuario es muy variado, y tenemos desde los uniformes de los oficiales imperiales, basados en los de soldados alemanes de la Primera Guerra Mundial, hasta el mismísimo traje de Darth Vader, cuyo casco está inspirado en el de los samurais japoneses.

La historia es encantadora; un joven granjero llamado Luke Skywalker recibe un mensaje secreto de la princesa Leia por medio del androide R2-D2. En él, ella explica que ha sido apresada por el Imperio y que su androide contiene información vital para la supervivencia de aquellos que no se han sometido al Imperio.
Tras consultar al viejo caballero jedi Obi-Wan Kenobi y formar una extraña alianza con el contrabandista Han Solo y su compañero Chewbacca, todos se disponen a enfrentarse al Imperio para rescatar a la princesa Leia y liberar la galaxia del yugo imperial.
Esta no será tarea fácil, ya que tienen como impedimento a las tropas imperiales, al gobernador Tarkin y al malvado Darth Vader, el sirviente más fiel del Emperador.

Con una buena historia, unos magníficos efectos visuales, una creativa dirección artística, unos personajes que ya son parte de la cultura popular, una excelente banda sonora y una buena dirección de George Lucas, "La guerra de las galaxias" se ha convertido en mucho más que una película. Ya es un mito moderno, algo que aunque fuera creación de George Lucas y su equipo es un fenómeno cultural y una obra que ha eclipsado a sus creadores, ya no es solo una película que se estrenó en 1977, es algo que nos pertenece a todos.
A mí personalmente me hubiera encantado que ganara el Óscar a Mejor Película de 1977, lamentablemente perdió contra Annie Hall, pero yo me quedo con lo positivo; ¿Cuánta gente se acuerda ahora de Annie Hall a parte de los fans de Woody Allen o algunos cinéfilos?, y en comparación, ¿Cuánta gente se acuerda ahora de "La guerra de las galaxias"?

En fin, esta es indudablemente una de mis películas favoritas. Algo que la gente no parece entender es que aunque ahora se pueden seguir haciendo películas de Star Wars, ninguna sorprenderá tanto ni tendrá el impacto que tuvo esta. Porque esta tuvo como aliciente el contexto histórico en el que se estrenó. Ni la maravillosa "El Imperio contraataca", ni "El retorno del Jedi", ni las precuelas, ni la película de J.J Abrams podrán nunca tener un impacto semejante.

Y a mí me gustan todas, que conste, soy fan de todo lo que tenga que ver con Star Wars, pero intento dar una visión un poco más objetiva y ser realista.

Puntuación: 10 sobre 10.

Aquí os dejo la crítica que le hice para youtube: https://www.youtube.com/watch?v=NDHv0Ektzdk.

La verdad es que es una película que recomiendo a todo el mundo, ya sea o no conocedor de Star Wars. Como es la primera, luego ya decidirán si quieren o no seguir viendo el resto de la saga.

George Lucas fue el primero que me hizo soñar con las estrellas, fue esa película que me hizo sentir que este mundo el cual habito es minúsculo en comparación con lo que hay afuera, consiguió que fantaseara con un mañana más prospero lleno de probabilidades tecnológicas infinitas de este podrido esperanzador mundo y sobre todo me regalo un atractivo innovador punto visual, hasta el momento sólo imaginable en mi parco cerebro a través de los libros y cómics. Me ofreció las alas de la imaginación.

Es innegable que es una obra maestra, adelantada a su tiempo y a día de hoy insuperable (Avatar podría ser su máximo exponente contemporáneo, aunque la serie Star Trek es su referente) e inacabada (a la espera de la trilogía del "fullero" Disney y las dos independientes futuras), que cambio la forma de ver el cine en muchos aspectos, pero sobre todo ofreció, a nosotros, los frikis de lo fantástico, la posibilidad de ver nuestros sueños más cerca de realizarse, la de sentir que este mundo es una mentira que se puede cambiar y sobre todo con la de expandir la mente cerrada de una humanidad que si quiere avanzar, debe abrir su mente y su capacidad de imaginación mucho más allá, por que con imaginación y sueños todo es posible.

George Lucas pasará a los anales de la historia, aparte por ser creador y director de este film, también por ser uno de los personajes más listos de la historia del cine, por ser capaz de engañar a una gran productora (algo inimaginable a día de hoy, ya que funcionan como buitres), por quedarse con el merchandising, algo hasta ese momento casi desconocido y que al listo de Lucas le ha valido para hacerse de oro.



En fin, no puedo decir mucho más que ya no se halla dicho, pero a día de hoy, si alguien la visualiza por primera vez, no tendrá ese impacto e interés ya que hoy en día los efectos son mucho mejores, pero para personas como yo, que nacimos en los setenta, sesenta o anterior, es algo más que una película.

En los años 70, los chavales de entonces, no teníamos nada. Cinematográficamente hablando, nos tocó la peor década jamás imaginada. Los buenos guionistas habían dado sus últimos coletazos a finales de los 60. Las aventuras, el western, la comedia romántica, el héroe, el malo, las princesas... todo había terminado. Películas tan mediocres como "La naranja mecánica", "Cabaret" o "El último tango en París" querían convencernos de que la juventud era sádica y depravada, que el musical debía ser claustrofóbico, sucio y con mujeres vestidas de hombres y que al sexo se llegaba a causa del aburrimiento y del hastío. Buenas películas como "Apocalypse Now" o "El Padrino" nos hacían revolvernos en horribles pesadillas en lugar de caer en sueños placenteros.
Lo cierto es... que no teníamos nada. Y, entonces llegó George Lucas, y nos lo dio todo de golpe en una sola película: el western, las aventuras, el musical; los héroes, los malos, las princesas; la imaginación, la creatividad, el humor, la emoción, los sueños. "La guerra de las galaxias". El western de Hawks en el espacio. Lucas alcanzando el sumum de la creatividad y al mismo tiempo colarnos el "Mc Guffin hitchconiano" por si las cuentas no nos salen.
Los que nos pusimos delante de las pantallas en aquel lejano 1977, disfrutamos de dos horas maravillosas. Descubrimos un mundo nuevo con personajes y situaciones que ya conocíamos. El espíritu de equipo de Hawks y su sentido del humor están presentes en toda la película. La cantina de Mos Eisley es el "saloon" del pueblo árido del oeste; Han Solo viste como un vaquero y se escuchan frases como "no me gusta tu cara, amigo" o "Jawa quiere saldar deudas contigo".
Está claro el acierto de Lucas en imitar al maestro, pero, no es menos cierto, que el éxito del film, se logra gracias a una creatividad extraordinaria cuyo máximo clímax se alcanza en la inimitable e inolvidable secuencia de la cantina, y, en el fantasmagórico personaje de Darth Vader.
Efectos especiales y una puesta en escena soberbios. Acertadísima la elección de actores, entre los que destacan Harrison Ford, Peter Cushing y Carrie Fisher.
"La guerra de las galaxias" nos dio sueños, imaginación, alegría. Nos hizo ver a los jóvenes de entonces que existía otro tipo de vida más allá del hastío, la violencia y el sexo.

En el Londres de la movida punk, el cinéfilo californiano Lucas reúne, en torno a una historia de antiguos guerreros místicos en remotos espacios siderales, un equipo en estado de gracia, a saber: intérpretes, director de fotografía, directores artísticos, diseñadores de vestuario, montadores, maquilladores, compositor, coordinadores de efectos especiales, visuales y de sonido...

Cualquier parecido con cine de autor es mera coincidencia. Cine de género (de aventuras, de guerra, del oeste, de ciencia-ficción...) para solaz de niños (de cuerpo y/o de espíritu).