Tú y yo

El otro día vi las dos películas seguidas, son del mismo director y va a ser inevitable hacer referencias a la primera y a la segunda.

Personalmente me gusto mas la primera, en blanco y negro con el puerto de Nueva York y el final tan sorprendente, que, aunque es mismo que en la segunda, la primera vez siempre impacta más. Charles Boyer en el papel de Michael fue todo un descubrimiento, este actor me recordó mucho a Jude Law, un galán clásico, francés con mucha clase. Y eso que en la segunda actuaba el que fue quizás el mejor actor de la historia del cine, con permiso de Marlon Brando, Gary Grant en el papel de Nickie Ferrante, más creíble como playboy, con su bronceado de nuevo rico. Ambos estan geniales en esta película con un guion inolvidable.
En el papel de Terry, me gusto más Irene Dunne, esta actriz tenía una comicidad y una gracia natural que me resulto muy interesante, esos ojos de mujer lista con picardía e inteligente y con sentido del humor. Deborah Kerr quizás esta un poco mayor para ese papel, Gart Grant también lo está, un poco mayores para enamorarse como adolescentes.

Hace poco he terminado el libro El guardián entre el centeno y la imagen de Nueva York en la parte final me recordó a la primera película. Ambas estan ambientadas en la misma época, el libro de J.D Salinger es de los años cincuenta y la primera versión de Love Affair es de 1939, pero las cosas suceden en navidad, en la gran ciudad, de hecho, en la misma ciudad NY.

De las dos versiones de esta historia que el gran Leo McCarey hizo yo me quedo con la posterior a esta de la que ahora hablamos, la de Cary Grant y Deborah Kerr. No obstante, revisitando este título de la mano de Garci y sus amigos en TRECE TV descubro matices que se me debieron escapar hace años cuando la vi por primera vez.

Lo más impactante es la gran actuación de Irene Dunne, magnífica, en todo su esplendor, capaz de hacer sonreír al espectador y al rato hacerle caer en la más triste de las melancolías. Y un Charles Boyer que, seguramente, nunca estuvo tan bien.

La película es un canto al amor, a la vida, a la superación ante la mala suerte, el destino o la adversidad no buscada. Con diálogos muy vivos, con un blanco y negro canónico, estamos ante una de las cumbres del melodrama romántico, de ahí sus 6 nominaciones al Oscar en uno de los años más grandes, para muchos el que más, del cine de todos los tiempos, ese glorioso 1939.

Decir que esta película tiene 83 años y que se ve con interés es ya decirlo todo. Un clásico, sin duda. Imprescindible.

Historia trágico-romántica de Leo McCarey con participación en el guión de Delmer Daves, fotografía de Rudolph Maté, música de Roy Webb y montaje de Edward Dmytryk.
Es decir, una notable aglomeración de talento para dar forma a este sencillo relato de amor pasional con leves rasgos de comedia.

La película posee sofisticación, elegancia, glamour, sensibilidad, unos magníficos diálogos y un ritmo apropiado y que casa perfectamente con la expresión tierna y sensible que envuelve a esta historia melodramática.

Excelentes interpretaciones de Irene Dunne y Charles Boyer en unos papeles que años después serían encarnados por Deborah Kerr y Cary Grant en una nueva versión con dirección también de McCarey. Incluso muchos más años después serían Annette Bening y Warren Beatty los que darían vida a dichos personajes bajo la batuta esta vez de Glenn Gordon Caron en un film titulado "Un Asunto De Amor".
Para gusto del que escribe, la versión protagonizada en 1957 por Kerr y Grant es la mejor de todas ellas.

La versión original de una película que me encantó cuando la vi por primera vez. Todos dicen que esta versión es mejor. No tiene esa alegría de las películas de color ni a Cary Grant y Deborah Kerr, pero tiene a Charles Boyer y, sobre todo a Irene Dunne, una actriz verdaderamente encantadora. Sutil, delicada, con matices, guapa pero no arrebatadora, femenina, sonriente y sumamente atractiva. En los planos medios, vestidas de blanco y con una pamela en la mano está arrebatadoramente guapa. Charles Boyer está como siempre, varonil, educado, algo duro en la mirada, con un pasado por contar pero muy buen actor. Me ha gustado mucho el papel de Maria Ouspenskaya, actiz de origen ruso que volvió a triunfar en su senectud en el cine de Hollywood.
El guión es de Delmer Davis, así se entienden algunas cosas, y de Donald Ogden Stewart, para mi desconocido.
Es deliciosa, consigue rápidamente el punto dramático y es de esas cintas que no quieres que acaben, que estás convencido que verás otras veces, y que siempre te gustará.
Verdaderamente Irene Dunne es una mujer preciosa.
La cinta, como no, es de 1939, el año mágico el cine.
Puede ser algo ´ñoña´ en su argumento, simple y poco desarrollada, pero funciona a la perfección. Es cine y para ser buen espectador debes olvidarte de pensar en la continuidad del guión o en su verosimilitud.

La vi pro primera vez el 16 de octubre de 2011 y creo que le dí 6 puntos o algo así. Luego vi el remake de 1957 y me gustó mucho y creí que le di pocos puntos y le subí a 8 puntos.

Me pasó algo raro, porque la crítica de entonces la titulé "fascinante y aburrida". Fue así porque la viví como una montaña rusa, a veces me fascinaba y a veces me parecía muy aburrida. Fascinante en las partes más melodramáticas, pero al mismo tiempo la historia me parecía insulsa donde no pasaba nada interesante.

Supongo que por eso sólo 1 de 12 usuarios encontraron útil a esa crítica.

Vista de nuevo, me quito la fiebre que tuve y la bajo 1 punto. Lo dejo a 7 porque crea que la historia es buena, mantiene interés, sí que hay momentos un poco aburridillos, pero como en cualquier película.