Giro inesperado

Quizá el puntaje parezca un poco alto, pero lo voy a justificar en pocas palabras: en mi humilde opinión es mucho más dificil hacer reir que llorar, y éste film tiene una sorprendente mezcla de comedia, thriller, acción, y mensajes de la "new age" sin caer en la boludez y el humor fácil y estúpido. En varias escenas me arranca risas en giros inesperados, se mete con el destino y las coincidencias sin querer dar clases de religión, desliza críticas hollywodenses sin caer en una falsa moralina, transcurre a un ritmo que no decae en ningún momento, las actuaciones de todos en general son soberbias, en especial las de Patrick Wilson y Chris Pine, que si bien en Star Trek me pareció un poco sobreactuado, en éste film está descomunal, con una dirección muy cuidada Joe Camahan logra una película totalmente recomendable, para pasar un excelente momento y si se quiere, tambíen pensar un cachito.
Gracias.

Puntuación: 6,5

Girando sin girar

¿Cómo explicar lo inexplicable? Pues ahí lo llevan señores.

Un protagonista que se enamora perdidamente de la conductora que casi lo manda al frigorífico de los fiambres, un amor redentor que hace que deje todas sus adicciones y que al año lo deja por un millonario mientras están haciendo el amor.

El fantasma de otro conductor de limusinas, aspirante a actor como nuestro protagonista y que se suicidó frente a un cliente como Ángel de la Guarda maldito y cabroncete, un jefe al que la competencia le roba los clientes y que le manda hacer lo mismo con los clientes del temido individuo, David Hasselhoff y Ray Liotta, como ellos mismos.

Una compañera comprensiva que le echa una mano en todo lo que puede, una zorrita rosa que intenta tener una cita a ciegas con nuestro chófer, y una placa de policía y una pistola de Liotta que no se dirigen a su lugar de destino.

Girando demasiado

Karos (Pine), el multimillonario vicioso cuyo cualquier parecido con el físico normal del actor es pura coincidencia, un club de sexo secreto que hace que el local de Abierto hasta el amanecer sea Disneyland, un chantajista francés que planea el cambio de libros de contabilidad por dinero con nuestro chófer como representante de Karos, un montaje policial para atrapar al millonario delincuente, y un conductor de grúa que no cejará hasta partirle las piernas a nuestro querido protagonista.

Un encuentro casual con su ex, que lo confunde con un hombre de éxito y expresa un claro interés en él en su despedida de soltera y un rechazo a la misma que lo hace recuperar un poco la moral perdida.

Y el destino, queridos navegantes, algo en lo que nuestro protagonista no cree pero que será el gran triunfador de la velada.

Y hasta aquí puedo leer, si no han entendido nada, excepcional. Ese era mi propósito para obligarles a degustar Giro inesperado, aunque en la conclusión pondré una pizca de sal y quizás algo de pimienta.

Pactrick Wilson y Cia.

Patrick Wilson (Stretch), protagonista absoluto de la cinta, eterno secundario de lujo hasta la incursión en su vida de Wan, James Wan y sus sagas de Expediente Warren e Insidious.

Sencillamente genial, papel de premio. Casi los cien minutos de duración de la cinta van cargados en su mochila con la ayuda de un totalmente irreconocible, no solo físicamente Chris Pine.

De la desesperación al amor y viceversa, de las adicciones a la vida feliz y viceversa, de la no creencia en el destino y viceversa, de medio fiambre a fiambre y medio y viceversa, pero eso sí, sin abandonar su limusina.

Ojo al papel de Patrick en la excelente Bone Tomahawk (2015), también a reivindicar.

El resto del reparto coral muy bien, sobre todo Chris Pine ya comentado y no sé la gracia que la habrá hecho a sus seguidoras el papelito. Y paso por alto la colaboración de la siempre bella Jessica Alba, que mis motivos tendré.

Joe Carnahan

Poco voy a decir del estadounidense, pero si además de dirigir la película con un brío, fuerza e ímpetu de un chaval de 18 años, ha escrito el guion, solo o en compañía de otros, lo felicito efusivamente. Se destapó en su cuasi debut con Narc (2002), se consagró con Ases Calientes (2007) e hizo una versión más que aceptable, que no era nada fácil, de El equipo A (2010).

Le tuvo que sentar a cuerno quemado la faenita de los productores de la película comentada, de hecho creo que no ha vuelto a estrenar nada como director desde la fecha. Apadrinado por Tom Cruise y su socia, siempre lleva números para algún sorteo de Misión imposible pero hasta ahora nunca le ha tocado el premio.

Conclusión

Les recomiendo visionar Giro inesperado (2014). Con la del 2004 hagan lo que quieran. Solo coinciden en el nombre.

Catalogar esta cinta dentro de un género se me antoja imposible porque después de visionarla varias veces, aparte de la acción que la hay, no sé si es drama o comedia, si es romántica o su antítesis, si es policíaca o lo contrario, o si estamos ante la segunda parte de cualquier film de Tarantino o hasta de Almodóvar cuando era Almodóvar.

Eso sí, les garantizo diálogos geniales y sorprendentes (ojo a la ruptura de la novia con nuestro protagonista en plena faena amorosa), situaciones que rayan el límite de lo absurdo (la aparición del millonario es de secuela de James Bond pero para adultos), e incluso un pequeño hueco para el romanticismo, del bueno y del malo.

Disfrútenla sin complejos, olvídense de que no haya pasado por los cines y dispónganse a pasar un rato entretenido, con un lenguaje muchas veces extraído de la enciclopedia de Jimmy Giménez Arnau pero que va con el lote completo.

Escrito por Miguel Ángel Santos Isidoro
https://cinemagavia.es/giro-inesperado-critica/

La tipica historia de un conductor que se ve atrapado en una serie de lios a cual mas descabellado. Eso si desde mi humilde opinión , muy floja de guión . Tiene un par de ocasiones contadas que quiere hacer gracia pero muy poca la verdad.

Empieza y estas esperando que explote ( que arranque lo bueno ). Pero ves que va pasando la película y lo que va pasando se queda bastante descafeinado.

Como digo quiere ser la típica comedia alocada que sin tener una historia profunda de fondo sea graciosa , amena y se deje ver. Pero por desgracia no es así.

Al ver como empieza, una auténtica locura sin pies ni cabeza, piensas que va a ser difícil que remonte, pero al final, con su deslenguado arrojo creo que en cierto modo lo consigue. Tiene varios fallos de guión (circunstancias muy cogidas por los pelos, no muy creíbles), pero un buen final y entretiene.

Un aspirante a actor de turbio pasado ha llegado a Los Angeles para abrirse paso en tan difícil profesión. Para mantenerse, pagar el alquiler y deudas acuciantes, conduce limusinas en Hollywood. Una vez recuperado de una mala racha, se dispone a comenzar una vida normal. Pero tiene la urgencia por conseguir dinero para pagar una deuda de juego y ahí empezarán sus problemas.

El director Joe Carnahan sabe conducir una especie de chifladura enrevesada con diferentes frikies, con el Macguffin de un maletín a tope de información sensible, que se pasea entre diversos personajes muy pintorescos en una larga noche de incidentes.

Tiene un un meritorio guion del propio Carnahan; este film, salvando las diferencias, me ha recordado a la genial ¡Jo, qué noche! (1985) de Martin Scorsese. En el libreto se cuenta una buena historia entre entretenida, divertida, trepidante y alocada, con excelentes diálogos y una tensión suficiente como para verla del tirón sin apenas pestañear.

En cuanto al reparto, Patrick Wilson como protagonista principal se mueve con gran soltura y excelentes registros en su papel; desde la sobriedad, Wilson interpreta un personaje anodino pero con los pies en la tierra, que intenta sobrevivir a una retahíla de surrealistas desventuras en una noche conduciendo una limusina. Ed Helms tiene un personaje muy agradecido, como especie de fantasma o espectro que guía al protagonista. Chris Pine es el más atrevido, el millonario empresario, un trabajo muy rico en matices.

Película recomendable si se sabe lo que se va a ver, no es una cinta de diez, pero tampoco una película de segunda; es una obra irregular pero ofrece lo que promete y lo hace bien. Una cinta que extiende la noche parece extenderse hasta el infinito, embutida por una serie de cómicas desventuras. Recomendable como película de entretenimiento y diversión.