Maverick

Cine desenfadado, de aventuras y llenito de carisma. Ese carisma que ni se compra ni se vende, sino que se tiene o no se tiene, y en «Maverick» el carisma nos reclama durante dos hora de evasión cinematográfica de calidad.

Al parecer Jodie Foster y Mel Gibson hicieron muy buenas migas durante el rodaje de «Maverick», y yo me lo creo sin dudarlo porque se respira un buen rollo en toda la peli, una energía, una complicidad, un tonteo (en absoluto sexual, entiéndase) que traspasa la pantalla. Quizá Richard Donner tenía esa cualidad de crear rodajes muy amistosos, o puede simplemente que los actores conectaran entre sí y el resto ya va todo rodado. Así, Mel Gibson es un tahúr, «el hombre más atractivo que he conocido» (qué esplendor de hombre, por favor), pistolero, aventurero, un poco pillo y más interesado en salvar el pellejo que en ser heroico. Es encantador, vamos. Un maravilloso Maverick que puede permitirse el lujo de ser patoso, de quedar mal, de presumir de cobarde y de refunfuñar con timidez sin que vaya en detrimento de su ego, de su valor y de su intensa masculinidad. Porque, chicos, la virilidad es esto: es Maverick. Quizá también se tenga o no se tenga, y Mel Gibson la tiene. Le acompañan en el reparto una Jodie Foster muy mona y muy simpática, Alfred Molina que hace de español pasado por México, y dos pesos pesados como James Garner y James Coburn. Buenísimo.

Realmente la historia es una especie de road-western movie, porque hay un viaje lleno de aventuras y sentido del humor en las que Maverick tendrá que conseguir el dinero que necesita para una importante competición de póquer en Luisiana, que es la trama principal aunque no lo parezca. Admítelo: tú también has intentado jugártelo todo a una carta.

Mítico.

Gran película de comedia del oeste (western), protagonizada por el carismático Mel Gibson y la pequeña gran actriz Jodie Foster. Es una película infravalorada por muchos críticos, que tuvo un gran éxito de taquilla y nos presentó a un Gibson más gracioso y divertido. Que demostró en su película siguiente (Braveheart), que podia llegar más allá del chiste y el cine de acción.

Una timba de póker es el motor de combustión de esta cinta. A Maverick, un especialista en el juego, le restan tres mil dólares para pagar la inscripción de la misma, y tiene previsto hacerlo como sea, aunque el destino no se lo pondrá nada fácil al irrumpir en su rutina gente como Annabelle Bransford (Jodie Foster), una timadora muy sutil, o el español Angel, un intrigante Alfred Molina.

Sin grandes pretensiones se mueve la historia del reputado guionista William Goldman ('Marathon man' 1976), quién rescata, para la gran pantalla, al personaje de Maverick con tal de brindarnos un western que gravita en torno al mundo del póker, y que le viene como anillo al dedo a un clásico del género de acción como Richard Donner, quién narra con oficio y soltura las andanzas del cómico personaje principal al que da vida un acertado Mel Gibson, el cual repartirá cartel con Jodie Foster, James Garner y James Coburn, conformando así un auténtico lujo de reparto que atina en sus simpáticas interpretaciones.

Film cargado de humor, buenos diálogos y una verborrea desenfrenada (por parte de Maverick), que destila total complicidad con las desventuras aquí narradas, al tiempo que nos encandila con tal peculiar affaire sentimental entre Foster y Gibson, para regalarnos una timba final de altos vuelos, acompañada de un par de giros últimos del todo logrados que suponen el colofón a tan agraciada historia.

Estafadores y partidas de póquer se ven mucho en el cine, pero aquí se ve con humor y moderno a pesar de estar ambientada en el oeste americano.

Sin llegar a ser una obra maestra, entretiene y sorprende, estando Mel Gibson en uno de sus mejores papeles y Jodie Foster en su línea.

Puro entretenimiento del bueno, original, dinámica, ocurrente y plagada de guiños a las tradiciones del oeste, con un toque de humor e ingenio fabuloso.
Una lluvia de trapicheos y picaresca al servicio de toda una fauna de timadores y vividores, que apuestan alto en cada jugada.
El reparto al conjunto, con Mel Gibson a la cabeza, esta soberbio y saben darle el toque necesario, para ofrecer un toque de humor fresco.
La participación de James Garner haciendo un guiño a la serie original de Maverick y la estupenda presencia de Jodie Foster, encarnando un papel novedoso en su filmografía, son los secundarios de lujo que acompañan al protagonista en sus peripecias, donde también participan otros secundarios de renombre, como James Coburn.
Richard Donner se permite invitar a Danny Glover a la congregación de amigos, para hacer un pequeño cameo y guiño a su Arma letal, incluyendo unas notas de la banda sonora de esta.
El argumento fluye sin un instante para el aburrimiento, ofreciendo toda una galería de personajes y situaciones cómicas, en la que se van sucediendo las artimañas, embustes y trapicheos, en una memorable competición de cartas, donde no hay sitio para los tramposos.
Si quieres elige carta, esta es la ganadora.