El teléfono negro

¿Es una película de 10? Seguramente no

¿Merece un 10 por mi parte? Sí.

Tras haber asistido a muchos estrenos los cuales esperaba con muchas ganas y haber salido totalmente desilusionado (últimamente muy habitual en el cine actual) decidimos entrar a ver esta película con el único argumento de: "no hay otra" y, para mí sorpresa salí del cine con un: "ostras, peliculón".

Después de mucho tiempo una película me ha hecho recuperar la ilusión por el cine; los aproximadamente 90 minutos de duración los pasas en tensión y eres incapaz de apartar la mirada de la pantalla; te importa realmente lo que pueda ocurrir tanto en la película como a los personajes (Eso ya dice mucho de una película).

Pd: el hecho de haber conseguido no ver ningún tráiler y desconocer totalmente de qué trataba la película posiblemente haya jugado muy a favor de esta crítica.

Pd2: Ethan Hawke sublime como siempre (único dato que conocía antes del visionado)

Scott Derrickson vuelve a deleitar a los fanáticos del terror. Después de haber firmado dos títulos importantes de la pasada década como "Sinister" (2012) y "Líbranos del mal" (2014), y tras la transición superheroica de "Dr. Strange" (2016), vuelve al género en el que se siente más a gusto.

La experiencia de ver "Black phone" (2021) es como (y disculpen la analogía) degustar un batido de macedonia. Hay mucho de todo. Y todo es bueno, aunque el sabor final que se te queda en el paladar no es tan delicioso como aparentaba en un principio.

En "Blak Phone" hay muchos de los miedos, pesadillas y traumas infantiles que sobrevuelan la obra literaria de Stephen King (no en vano el guión está basado en una historia original de su hijo Joe Hill) insertados en un contexto suburbial de clase obrera. Un entramado de barrios y casas muy del Spielberg de sus inicios en "Encuentros en la tercera fase" (1977), "ET el extraterrestre" (1982) y de influencias posteriores más recientes como "Super 8" (2011) de J.J. Abrams, "Verano del 84" (2018) de Anouk Whissell et al. o incluso la más novedosa "Stranger things" (2016-) de Matt y Ross Duffer. Sin embargo aquí todo es más turbio, más áspero, duele esa infancia que se va y esa adolescencia que viene.

Por si fueran poco todas estas referencias, Derrickson se va despojando de todos esos guiños y da una vuelta de tuerca agregando un onirismo y una violencia repentina para redondear el relato. Al contrario de lo que parecía, el terror no actúa como metáfora, explicación o reacción de horrores más cotidianos como el acoso escolar, la violencia en el hogar y la soledad infantil. Dicho de otra manera: cuando "Black phone" se acelera y coge vuelo abandona "It" (2017) para ir hacia el American Gothic Horror más setentero y contundente de "La matanza de Texas" y Wes Craven como rito de iniciación con la que afrontar la vida adulta.

Dirigida por Scott Derrickson, producida por Blumhouse y protagonizada por un elenco de jóvenes actores. Esta película oscila entre dos tipos de narraciones que conviven, aunque no del todo armoniosamente. Refleja la violencia juvenil en Estados Unidos. Con Ethan Hawke.

Por Nicolás Bianchi

Derrickson dirigió con buen pulso Sinister (2012), con menos suerte Deliver us from Evil (2014) y luego recaló en Marvel para la primera entrega de Doctor Strange (2016), un film un tanto distinto a los demás episodios de ese universo cinematográfico. Aquí, el terror, como en las primeras películas del director, está presente aunque no termina de adueñarse de la escena.

Corre el año 1978 en Denver. En un pequeño pueblo de casas bajas los niños comienzan a desaparecer misteriosamente. Al pasar los días es evidente que no se trata de secuestros sino de asesinatos. Finney (Mason Thames) es un joven algo nerd que está, de alguna manera, en la mitad de la escala social de popularidad en su escuela. Tiene amigos que lo protegen pero también hay un grupito de abusadores que ha posado su mira en él.

Las relaciones que exhibe la película entre los niños son de una aspereza y una violencia prácticamente absolutas. Como si en aquellos momentos se estuvieran incubando los cientos de casos de tiroteos masivos que comenzarán a surgir 20 años después. A la par, el mundo de los adultos aparece disociado del de los jóvenes, lo que sobre todo es evidente en la figura de Terrence (Jeremy Davis, sólido actor de reparto que ganó cierta fama a partir de su participación en la serie Lost), el padre alcohólico y maltratador de Finney y su hermana Gwen (Madeleine McGraw).

Después de perder algunos amigos y conocidos, Finney encuentra su turno frente al asesino que tiene a ese pequeño pueblo de Denver en vilo. A la salida del colegio es interceptado por el asesino (Ethan Hawke) en su camioneta negra que lleva la leyenda “Abracadabra”. Los niños desaparecen como por arte de magia. De esta manera, el protagonista es llevado a un sótano en el que, por el momento, permanecerá cautivo.

Además de un colchón, en ese ambiente lúgubre, sucio y derruido hay un teléfono negro que no funciona. Sin embargo, Finney lo escucha sonar y atiende. Son sus conocidos o amigos antes secuestrados que desde otra dimensión se comunican con él para ayudarlo. Como si al ser víctimas los niños hubieran logrado lo que no pudieron en vida: ser compañeros y solidarios.

Al margen de este detalle sobrenatural, que no es para nada menor para la trama, la película transcurre como un thriller que cuenta la historia de un niño secuestrado por un asesino serial. El otro componente de fantasía del film está dado por Gwen, la hermana de la víctima, que al soñar percibe imágenes que le dan algunos indicios sobre dónde está secuestrado Finney.

La película tiene buenas dosis de suspenso. Ahora bien, para ser un thriller al argumento le falta cierto rigor y al asesino interpretado por Hawke un desarrollo más profundo del personaje. Los elementos de terror visten esas falencias, aunque el resultado es dispar. Black Phone comienza con una perspectiva original, recorre algunos clichés y finalmente concluye sin mayores sorpresas. Quizás la mínima solidaridad espiritual entre pares juveniles sea lo único novedoso, y llamativo, que la película tiene para proponer.

Está disponible en alquiler en Amazon Prime Video, Vudu y YouTube. Contacto: [email protected].

Pero que bien me lo he pasado viendo esta cinta y qué corta se me ha hecho. No entiendo como la gente dice, que le ha decepcionado que no tenga sustos, cuando yo he botado del sillón varias veces. Y no es por ponerme galones, pero como ya me he chupado casi todo el terror que hay, tanto en pelis como en series.....pues es bastante difícil asustarme. Sentir miedo, sí (eso es otra cosa), pero darme un susto de pegar un salto.....eso es más difícil que escuchar a Manolo Caracol en "Los cuarenta principales". Y este film lo ha logrado. Es además muy entretenida para cualquier edad ya que, en su trama, los máximos protagonistas son pre-adolescentes. Está bien interpretada, bien dirigida.... A mí personalmente el fusionado de música, que tanto ha disgustado al personal, me ha molado también y en cuanto a la dirección: me ha gustado mucho más que "Sinister" (que tantos adeptos tiene) y por supuesto que "Doctor Strange" (que eso ya es que no hay por donde cogerlo). Así que Scott Derrickson: Esta vez te has portao!!!! La recomiendo, por tanto, a todos los amantes del género y también a los no tanto.

Me gustan las películas de terror y viendo varias es difícil que sorprendan y no caigan en tópicos. Vi Black Phone sin haber leído la sinopsis ni haber visto el trailer. Me ha sorprendido gratamente. Te pone la carne de gallina, te asusta y te mantiene en tensión hasta el final. Los planos están muy cuidados, la música y el sonido crean esa atmósfera inquietante. Me ha sorprendido Mason Thames, el joven protagonista que hace una actuación impecable.